Un experto facial destaca la existencia de «discrepancias» entre los rasgos del español Pablo Ibar y los del asesino

Un experto en identificación facial ha testificado en una vista judicial que existen varias "discrepancias" entre los rasgos del español Pablo Ibar, condenado a muerte en 2000 en Florida, y los del autor del triple crimen. El británico Raymond Evans ha señalado en la vista que, tras analizar de forma científica las imágenes de los asesinatos grabados por cámaras seguridad el día que se cometió, ha determinado que "la calidad del material recibido era muy pobre" y las "imágenes de baja resolución".

La vista judicial ha sido solicitada por el nuevo abogado de Ibar, Benjamín Waxman, para que sea anulada la sentencia de su cliente con el argumento de que en el juicio se violaron "sus derechos constitucionales". Jeffrey R. Levenson, juez que ha presidido la audiencia, ha escuchado los argumentos del experto de la Universidad de Manchester (Reino Unido) mientras éste estaba siendo interrogado tanto por Waxman como por la Fiscalía Estatal, que en numerosas ocasiones ha protestado ante el magistrado las preguntas de la defensa.

Evans ha destacado que, tras analizar las imágenes del crimen grabado por cámaras seguridad el día que se cometió, ha encontrado muy llamativa la "distorsión" de las imágenes, lo que impide precisar detalles. Su testimonio, que ha ocupado la mayor parte del tiempo que ha durado la audiencia, se ha basado en una declaración jurada propia en la que ha explicado la metodología científica desarrollada en Reino Unido para la identificación de imágenes y reconstrucción de rostros en casos como el del español. Sin embargo, las tres fiscales han manifestado al juez su oposición a aceptar el testimonio del experto facial porque han señalado que "no es imparcial".

Pablo Ibar, de 36 años, ha comparecido en la vista judicial ataviado de uniforme rojo y con cadenas en las muñecas y tobillos. Se ha mostrado sereno, serio y concentrado mientras escuchaba las intervenciones de su abogado, del testigo y de la Fiscalía. El español fue condenado a muerte por los asesinatos en 1984 de Casimir Sucharsky, dueño de un local nocturno, y dos modelos, Sharon Anderson y Marie Anderson, que estaban en su casa, un crimen que fue grabado por cámaras de seguridad.