TÁNDEM. Dörfler (izq.) y Petzner celebran la victoria. / EFE
MUNDO

El último triunfo de Haider

El partido del fallecido líder ultra vence en los comicios de su feudo de Carintia con una campaña basada en su legado

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En el enclave meridional austriaco de Carintia, los muertos gozan de buena salud, son candidatos en unos importantes comicios regionales y hasta pueden ganar elecciones. Jörg Haider, que murió hace cuatro meses en un accidente de tráfico mientras conducía ebrio su coche oficial, se convirtió el domingo pasado en el primer político del país centroeuropeo en obtener un triunfo electoral desde el más allá. Después de llevar a cabo una campaña electoral basada en la vida y milagros del mandatario populista, Alianza para el futuro de Austria (BZÖ), el partido que fundó Haider, obtuvo un espectacular 45,6% de los votos, tres puntos más que en las anteriores elecciones de 2004.

El BZÖ apostó por la imagen del desaparecido líder de Carintia para hacer frente al desafío y lograr la reelecciónde Gehard Dörfler, sucesor de Haider en el cargo de gobernador. Con fotos y pancartas alusivas al político fallecido y el mismo discurso xenófobo, el BZÖ derrotó a los socialdemócratas y envió un categórico mensaje al resto del país: la ultraderecha sigue viva y más fuerte que nunca.

«Los rojos han perdido frente a un muerto», tituló ayer Der Standard al comentar la derrota del Partido Socialdemócrata (SPÖ) que obtuvo un 29% de los votos, diez puntos menos que hace cuatro años, y destacar al mismo tiempo la victoria electoral de la ultraderecha. De hecho, el último triunfo electoral de Haider es doble. El más famoso y polémico político austriaco, además de ganar los comicios regionales, logró enterrar los rumores sobre un presunto asesinato que nacieron después de su muerte, sus problemas con el alcohol y su homosexualidad.

Pocos días después del trágico accidente, su secretario personal, Stefan Petzner, admitió que la relación con su superior era algo más que una simple amistad. Dijo en televisión que Haider había sido «el hombre de su vida», una confesión que le costó el cargo de jefe del partido y sumió al BZÖ en una crisis.

Pero la Alianza para el futuro de Austria logró levantar cabeza, los principales cargos fueron ocupados por hombres sin mancha y los nuevos dirigentes consiguieron ponerse de acuerdo para designar a Gehard Dörfler, un militante que nunca había soñado con hacer carrera política. Desde entonces, el BZÖ trazó una estrategia que culminó el domingo pasado. El partido decidió convertir a Haider en su principal emblema.