Golpes a la Mesa de Batasuna en 2008

La formación nacionalista e independentista Batasuna, sucesora de la histórica HB, ha estado en el punto de mira por la celebración de numerosos actos públicos, manifestaciones y ruedas de prensa pese a estar ilegalizada desde marzo de 2003. En el último año, las detenciones de miembros y dirigentes de la asociación abertzale han sido un goteo constante.

La primera se producía el 4 de febrero de 2008, cuando fueron arrestados su portavoz Pernando Barrena y uno de los miembros de su Mesa Nacional, Patxi Urrutia por declarar publicamente que la izquierda abertzale estaría "con toda seguridad" y "en cualquier circunstancia" en las elecciones generales del 9-M. Estas palabras y otras intervenciones sirvieron al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón para alegar que actuaban en nombre de Batasuna y enviarlos a prisión tres días después.

El 11 de febrero, en una operación conjunta en Vizcaya, Guipúzcoa, Navarra y Córdoba, las Fuerzas de Seguridad detenían a catorce integrantes de la Mesa Nacional de Batasuna. A los arrestados, entre los que se encontraban Karmelo Landa, Mikel Etxaburul y Karmele Aierbe, se les imputaban delitos de integración y/o colaboración con organización terrorista y asociación ilícita. Con esta operación, la Policía intentaba abortar el intento de renovación de la cúpula de la formación ilegal.

En esta operación fueron detenidos, además, el ex concejal de EH, Juan José Ibazeta, el tesorero del PCTV, José María Aguirre; la apoderada, Sonia Jacinto y su jefe de prensa, Peio Gálvez; de la Mesa Nacional de Batasuna, Aitor Aranzabal y Eusebio Lasa Altuna junto con la responsable de prensa, Joseba Zinkunegi; el ex concejal Iñigo Balda Kalonge; el miembro de EKIN, Mikel Garaiondo; el ex concejal de Euskal Herritarrok, José Manuel Jurado y la presunta miembro de EKIN, Nuria Alzugarai.

Considerada asociación en Francia

Once de los catorce detenidos en esta operación, fueron enviados por el juez Garzón a prisión incondicional. El resto fueron puestos en libertad bajo fianza. Sólo unos días después, la dirigente de Batasuna Haizpea Abrisketa, que se encontraba en libertad bajo fianza, fue arrestada por la Policía francesa en Hendaya. Su detención se enmarca dentro del sumario abierto por los tribunales galos en marzo de 2002, a raíz de la detención de dos militantes de HB cuando transportaban en un vehículo 200.000 euros procedentes de unos fondos que tenía a su disposición el eruoparlamentario aberzale Koldo Gorostiaga.

La lucha contra los miembros de Batasuna, se extendía así hasta el país vecino, donde la formación es legal ya que está considerada asociación y está amparada por una Ley de 1901. Precisamente allí, en el llamado País Vasco francés fueron detenidos, en los días posteriores a la ilegalización en España ANV y PCTV, el dirigente Xabi Larralde y otros once activistas vasco-franceses.

Giuliano Cavaterra, Frederic Carrecart, Aurore Martín, Jean Francios Lefort, alias Lof, Maider Duhalde, Jokin Etxeberria, Jean Claude Aguerre, Patricia Martino, Haritza Gallarraga, Ion Irazola y Antton Etxeberri fueron detenidos en esta operación llevada a cabo el 24 de septiembre, pero todos fueron puestos en libertad varios días después, incluido Xabi Larralde.

La asamblea de Ustaritz

El 4 de octubre, Batasuna celebraba una asamblea extraordinaria en la localidad de Ustaritz, en suelo francés, con la intención de reorganizarse, ante el temor de ser ilegalizada también allí. Entre los objetivos, sus miembros se proponían concurrir como formación política en las elecciones autonómicas del 1 de marzo.

Un mes después de la celebración de esta asamblea, se produjeron nuevas detenciones en el seno de la organización. El 4 de noviembre, la Gendarmería detenían en varias localidades francesas a ocho personas vinculadas a la izquierda abertzale dentro de una operación relacionada con la financiación de 'herriko tabernas' a los que se asocia con Batasuna.

El dirigente de la formación Zigor Goieaskoetxea fue arrestado junto con Luis Barriola, Ortzi Idoate, Jerónimo Prieto, Gorka Aritzaga, Estephane Blondel, Ion Irazola Mendicuta y el matrimonio formado por Matías Urretxu y Karmele Thomen Álvarez. La detención de todos ellos se produjo como consecuencia de una investigación sobre la financiación del bar Xilko, situado en Bayona y al que se vincula con la izquierda abertzale.

Tras este último golpe, la operación de hoy descabeza por tercera vez en menos de un año y medio la dirección clandestina de la ilegalizada formación.