Maria Juana con su asesino, quien reconoció los hechos. / LA VOZ
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No aceptó un no

María Juana López tenía 67 años, era viuda, pero no había cerrado las puertas a una nueva relación. Su asesino fue su pareja sentimental durante un año, pero en el mes de enero, esta jerezana decidió acabar con ella. Su familia relataría el 10 de mayo, cuando murió degollada, que al romper comenzó un calvario para la víctima. Llamadas telefónicas, insistentes mensajes para que retomaran la relación e incluso amenazas de suicidio que Francisco, de 77 años, nunca cumplió. Como muchas víctimas, acudió al juzgado para denunciar y solicitar una orden de alejamiento que su ex pareja incumplió.

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Francisco se desplazó desde su localidad de Montellano (Sevilla) hasta el domicilio de su ex novia, que al volver a negarle otra oportunidad, le golpeó en la cabeza con una maceta y la degolló. Sus gritos alertaron al vecindario.