Imagen captada del monitor de la sala de prensa de la Audiencia de Barcelona que juzga a la madre y al padrastro de la niña maltratada Alba. /Efe
JUICIO EN BARCELONA

La madre y el padrastro de Alba mantienen versiones opuestas y se lanzan sospechas mutuamente

La Fiscalía y la Generalitat piden para los dos acusados entre 19 y 26 años de prisión

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Ana María C., acusada de los graves maltratos a su hija Alba, ha declarado ante el tribunal que la juzga en Barcelona por intento de asesinato que no pensó que su hija pudiera correr peligro cuando en marzo de 2006 se quedó a solas con su compañero sentimental y también imputado, Francisco Javier P. El acusado ha negado los cargos.

En medio de una gran expectación, el juicio por los malos tratos sufridos por la niña Alba -que tenía cinco años cuando sucedieron los hechos-, se ha iniciado en la Audiencia de Barcelona, donde Ana María C. se ha negado a responder a las preguntas del fiscal y de las acusaciones y únicamente ha contestado con frases muy breves y monosílabos a su defensa.

La madre de Alba ha asegurado que nunca vio que su hija tuviera moratones y que sólo en dos o tres ocasiones se percató de que cuando la niña se quedaba a solas con Francisco Javier P. ésta la llamaba, pero no le dio importancia. Por ese motivo el 5 de marzo de 2006, cuando el acusado se quedó a cargo de la menor y le propinó una brutal paliza, no pensó que la niña pudiera correr peligro.

Versiones contradictorias

Completamente opuesta ha sido la versión que ha ofrecido Francisco Javier P., que ha asegurado que Alba estaba en su habitación jugando con la hija del procesado y su anterior pareja cuando Ana María C. y él oyeron un fuerte golpe, por lo que acudieron al cuarto y encontraron a la niña tendida en el suelo.

El acusado ha negado haber puesto la mano encima a la menor y ha apuntado que en tres o cuatro ocasiones observó en ella moratones, pero que cuando él preguntaba a Ana María cómo se los había hecho ésta le contestaba que en el colegio.

La Fiscalía y la Generalitat piden para la madre y su compañero sentimental entre 19 y 26 años de prisión por maltrato continuado. El caso puso al descubierto las negligencias y los errores de coordinación de las administraciones implicadas, que se revelaron incapaces de evitar tanta violencia.

En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal pide 19 años de prisión para la madre de Alba y su compañero por intento de asesinato, violencia doméstica habitual y delito continuado contra la integridad física. La Generalitat, como acusación particular, pide 26 años de prisión para ambos acusados por delitos de lesiones, de violencia habitual y de tratos inhumanos y degradantes.

La pequeña sufre graves secuelas

A pocos meses de que se cumplan tres años de la brutal agresión que recibió en su entorno familiar más próximo en Montcada (Barcelona), la niña es capaz de comprender y de expresar emociones, pero no emite más que sonidos guturales y palabras sueltas y va casi siempre en silla de ruedas.

Alba, que tenía cinco años cuando ocurrieron los hechos y ahora ya ha cumplido ocho, está ingresada en un centro tutelado de la Generalitat especializado en menores con grandes discapacidades. La silla de ruedas es su compañera permanente, aunque es capaz de caminar algunos metros con ayuda de muletas, y requiere de la atención permanente de otra persona para realizar las actividades básicas, según han explicado fuentes judiciales.

La menor ha sido sometida ya a tres intervenciones para intentar paliar los efectos de las palizas y es propensa a coger enfermedades -como una meningitis- debido a que su sistema inmunológico está muy debilitado. Pese a sus limitaciones, la niña asiste al colegio y mantiene buenas relaciones con su entorno. Su padre, que reside en Huesca, acude cada quince días a visitarla al centro donde está ingresada, aunque no ha solicitado todavía su tutela.