MERIENDA. Convivencia de las socias de AMAR, ayer. / A. VÁZQUEZ
EL DÍA SIN ALCOHOL

Una vida después de la botella

La Asociación de Mujeres de Alcohólicos Rehabilitados celebró ayer una convivencia

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Con motivo de su tradicional Día Sin Alcohol, la Asociación de Mujeres de Alcohólicos Rehabilitados (AMAR) celebró ayer una convivencia en su sede gaditana de la calle San Salvador. A la cita acudieron las socias de la entidad y los familiares para degustar una merienda. María José Requejo, la presidenta de AMAR, destaca la importancia de este tipo de encuentros «para intercambiar impresiones entre los que han pasado por este problema, pues el alcohol no sólo afecta al enfermo sino que también destroza a los miembros de la familia». Y no lo dice desde el desconocimiento. Al contrario: «Todos los que estamos aquí hemos pasado por esa experiencia y lo bueno es que lo podemos contar», explica.

Una opinión que es compartida por Alberto Matilla Vigo, coordinador y asesor de la Asociación de Auto-Ayuda e información sobre el Síndrome de Dependencia Alcohólica (ARCA). «El alcohol modifica la conducta y hace perder la capacidad de control a las personas; la gente tiene que saber que se trata de una droga». Aun así, conoce a fondo la situación: «En verdad, el alcohol no es un problema, es una mala solución para un problema; las estadísticas confirman que detrás de la mayoría de embarazos no deseados está el alcohol», aclara.

María José y Alberto son conscientes que «muchas personas se refugian en la botella después de una separación o un divorcio».