El número de empresas insolventes se dispara un 140% interanual

El número de concursos de creedores, voluntarios u obligatorios, no deja de crecer. En el tercer trimestre, las conocidas antiguamente como quiebras alcanzaron las 621, por encima de las 564 del segundo trimestre y de las 457 del periodo enero-marzo.

La desaceleración de la economía en general, que roza ya la recesión, y el cerrojazo de los bancos pesan como una losa sobre muchas empresas. Gran número de compañías, sean grandes o pequeñas, sufren hoy la negativa de sus entidades a nuevas líneas de crédito con las que invertir y crecer o, sencillamente, con las que ir pagando sus préstamos vivos. Si a esto se une unas menores ventas, la ecuación resulta clara.

Los expertos aconsejan acudir al concurso siempre que sea evidente la inviabilidad de la firma. La proliferación de quiebras también se explica porque la ley apunta directamente a los administradores de las firmas y a sus patrimonios personales si éstos evitan el concurso, en una huida hacia delante a pesar de ser conscientes de que no hay salida posible.

Ladrillo

Uno de cada cuatro concursos afecta a empresas de la construcción, la que más está sufriendo la crisis. La venta de pisos se encuentra en caída libre y muchos promotores no pueden soportar sus cargas financieras y optan por declararse insolventes.

Tras el ladrillo, el comercio, los restaurantes y la hospedería, que copan un 20% de los procesos. Muy cerca, el colectivo de instituciones financieras los servicios a las empresas inmobiliarias (19,18%). Les siguen las industrias manufactureras y transformadoras del metal.

Por provincias, muchas son las que en el tercer trimestre duplicaron su cifra de concursos, como Baleares, Castellón o Las Palmas. Sin embargo, el mayor incremento se dio en Navarra, Córdoba y Albacete, cuyas cifras se multiplicaron hasta por cuatro.