RESPALDO. Moratinos y su homóloga de El Salvador, Marisol Argueta, que apoya la pretensión española en la cumbre del G-20. / EFE
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Iberoamérica defenderá que Zapatero sea su portavoz en la cumbre del G-20

Moratinos dice que hay un «sentimiento general» a favor de que España esté presente en Washington

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José Luis Rodríguez Zapatero se encontró con un regalo nada más llegar ayer a El Salvador para participar en la XVIII Cumbre Iberoamericana: el presidente del país anfitrión, Antonio Saca, planteará al plenario de gobernantes que España represente a la comunidad en la cumbre del 15 de noviembre en Washington. La ministra de Asuntos Exteriores de este país centroamericano, Marisol Argueta de Barillas, señaló que España tiene «sin duda un espacio relevante en el contexto económico actual» que justifica su presencia en la reunión del G-20.

Si Pekín y la cumbre Unión Europea-Asia no fue el escenario más propicio para recabar apoyos para que España esté en la cita de Washington, San Salvador y la Cumbre Iberoamericana parecen ser un terreno más amable. En la capital china, el presidente del Gobierno era uno más de los líderes, y no el más relevante, pero en la capital centroamericana su figura tiene un peso y un ascendiente indudables, como se pudo comprobar con la propuesta salvadoreña, que tuvo una buena acogida en la reunión de los ministros de Asuntos Exteriores.

La propuesta no suscitó rechazos entre los países latinoamericanos y, con toda probabilidad, será aprobada ya que ni México ni Brasil ni Argentina, los tres países de la región socios de ese club de países desarrollados y emergentes, han puesto reparos a la iniciativa. Es más, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, señaló que en la reunión con sus homólogos latinoamericanos percibió «un sentimiento general» a favor de que España tenga su silla en Washington. Aclaró que si fuera así, Zapatero tendría una posición mancomunada con Brasil, México y Argentina para exponer los puntos de vista de la comunidad iberoamericana con «una voz unida y coordinada».

Moratinos explicó que acordaron crear «un grupo de trabajo» en la cumbre de El Salvador que redactará un documento que contendrá «un mensaje claro» sobre la posición latinoamericana ante la crisis.

Regulación bancaria

El texto pondrá énfasis en el incremento de los mecanismos de regulación bancaria, en las fórmulas para impedir que la crisis financiera golpee a la economía real y en la necesidad de reformar las instituciones mundiales, como el FMI y el Banco Mundial, para su democratización.

Moratinos insistió en que España tiene «legitimidad financiera y política» para estar presente en Washington. Con todo, aún no está resuelta la fórmula para que Zapatero participe en la cita. La posibilidad con más fundamento es que Brasil, como presidente del G-20, curse una invitación a España. Este asunto será abordado en el encuentro que mantendrán hoy Rodríguez Zapatero con el mexicano Felipe Calderón y el brasileño Inacio Lula da Silva. Una charla que, de momento, tampoco está cerrada porque el presidente del Brasil apenas estará medio día en San Salvador, ya que viaja hoy a Cuba.