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23 afortunados en plena crisis

La Junta sortea en la capital pisos en el casco histórico para jóvenes entre 1.766 solicitantes Los bancos decidirán ahora si los agraciados podrán contar con el préstamo necesario

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El Gordo de Navidad, el de la Primitiva, los Euromillones con bote o una quiniela de la jornada en la que pierden Madrid y Barcelona en sus estadios contra los colistas. Una sensación parecida a ganar un premio de los anteriores recayó ayer sobre 23 jóvenes menores de 35 años que se convirtieron en propietarios «virtuales» de una casa en el casco antiguo de la capital gracias a la primera promoción de viviendas en régimen especial ofertada por la Junta en la ciudad.

Los 23 afortunados salieron de entre 1.766 seleccionados (hubo más de 3.000 solicitudes que sufrieron una primera criba antes de verano) y ayer vieron cómo sus bolas salieron en el momento adecuado durante el sorteo celebrado en el Palacio de Congresos de la capital ante unas 2.000 personas. La primera bola en salir poco después del mediodía fue la número 29, que pertenecía a David Magrañal García. Así, hasta 23 señalados por la fortuna. Otros 115 esperarán su turno como suplentes.

La suerte en este caso tiene forma de vivienda. En una de las ciudades con el precio del metro cuadrado de los pisos más alto de toda España (por encima de los 3.000 euros en la usada, según varias agencias; casi en 2.500 en las casas de primera mano, según la Sociedad de Tasación), un premio como el de ayer sienta mejor.

Ahora, de todos modos, la pelota volará hasta el tejado de los bancos, que serán los que decidan si conceden la hipoteca necesaria a estos beneficiarios justo en un momento en el que se han endurecido las condiciones para la cesión de créditos. Aunque el valor de las viviendas concedidas no es demasiado alto (entre los 39.114 y los 67.110 euros) y las cuotas suelen ser de unos 300 euros como máximo al mes (el Euríbor no afecta estos pagos), lo cierto es que muchos de los que optaban a una casa ayer lo hacían porque apenas tienen ingresos. La Junta ya ha tenido problemas con alguna promoción y ha tenido que pedir manga ancha a los bancos porque incluso podría bloquearse el ambicioso Plan de Vivienda que debería enjugar la crisis de la construcción. El caso es que la concesión de préstamos hipotecarios se ha reducido en un tercio en la provincia (en datos del INE) y el sector inmobiliario (en la figura del Colegio de Agentes de la Propiedad gaditano) está harto de asegurar que la demanda existe, pero que los bancos se resisten. Mientras, los precios de la vivienda se han frenado en la capital y acumulan un retroceso del 4,5% en lo que va de año. El resultado es que todo está paralizado.

Pero todo esto le sonaba demasiado lejano a los afortunados en la mañana de ayer. Sus futuras casas están situadas en la calle Teniente Andújar, 12, calle Botica 6 y 8, y Obispo Urquinaona, 8. Son apartamentos de un dormitorio y viviendas de dos y tres dormitorios en el barrio de Santa María y en el barrio de San Juan.

Las obras en cada una de las fincas están casi finalizadas. De hecho, en el inmueble de la calle Botica, la Junta está pediente de la aprobación de la licencia de primera ocupación. En las fincas de Teniente Andújar y Obispo Urquinaona se están realizando las obras para la instalación del transformador de luz, por lo que podrían estar listas antes de final de año. Con todo, la entrega de llaves podría demorarse hasta el primer trimestre de 2009, porque ahora toca revistar cada uno de los expedientes de los afortunados y se comprobará su solvencia. En el caso de que el banco rechazase las solicitudes y el propietario no pudiese hacer frente a los gastos, la Junta llamará al primer suplente y, de nuevo, deberá iniciarse el proceso para la venta de la casa.

Para participar en este sorteo los candidatos debían cumplir una serie de requisitos como no ser propietario de una vivienda; ser residente en la ciudad y haber vivido, al menos, un año en Cádiz; tener unos ingresos anuales inferiores a 4,5 veces el Iprem para las viviendas de Teniente Andújar, y del 2,5 del Iprem para las promociones de Obispo Urquinaona, y Botica. Y, por supuesto, acreditar que no se han superado los 35 años de edad. La vivienda deberá destinarse a residencia habitual y será de uso permanente.