Una manifestante herida. / AFP
MUNDO

Tailandia inviste a su primer ministro en medio de una batalla campal

Mientras el nuevo primer ministro de Tailandia, Somchai Wongsawat, abogaba en su discurso de investidura por «la unidad nacional y la reconciliación», miles de manifestantes opositores se enfrentaban a la Policía a las puertas del Parlamento en una batalla campal que se libró en Bangkok durante todo el día de ayer y que acabó con un muerto y unos cien heridos.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Tras cinco meses de protestas y altercados que desembocaron a finales de agosto en la toma de la Oficina del Gobierno, los seguidores de la Alianza Popular por la Democracia (APD) -que reclaman la dimisión del Ejecutivo elegido en los comicios de diciembre del año pasado- bloquearon ayer el Parlamento para impedir el discurso que debe pronunciar el nuevo primer ministro antes de asumir sus funciones.

Somchai Wongsawat sólo pudo acceder al edificio después de que las unidades antidisturbios le abrieran camino. A pesar de las cargas policiales, unos 4.000 partidarios de la APD continuaron luchando contra los agentes, lo que obligó a la Cámara a suspender su sesión mientras el nuevo dirigente y varios de sus ministros tenían que huir para no ser linchados.

Tan violentos choques suponen el último órdago lanzado por la oposición contra el Gobierno elegido democráticamente del Partido del Poder Popular (PPP), al que acusan de ser una marioneta al servicio del anterior primer ministro, Thaksin Shinawatra, derrocado en septiembre de 2006 en un golpe militar. A pesar de su caída y procesamiento por corrupción, este magnate de las telecomunicaciones consiguió que sus seguidores volvieran al poder en los comicios de diciembre. Desde entonces, su victoria enerva a la élite económica urbana y fiel al venerado rey Bhumibol, que desconfía del populismo de Thaksin y se queja de que su partido compró las elecciones repartiendo dinero entre los campesinos tailandés.

Además, un coche bomba se cobró ayer la vida de una persona en Bangkok, lo que enrareció más la situación del país, que sufre una de sus mayores crisis por el acoso de la oposición al Gobierno.