INVESTIGACIÓN. El hallazgo permite interpretar mejor el cometa.
Sociedad

Un nuevo cometa de 50 kilómetros puede resolver el origen del Halley

El 2008 KV42 arroja luz sobre los cometas de ciclo corto

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A 360 millones de kilómetros de la Tierra, el encuentro entre la sonda Rosetta y el asteroide Steins acapara el foco de los medios de comunicación. Poco más que un acontecimiento local si tenemos en cuenta las vastas dimensiones del espacio. Mucho más lejos, en los confines del Sistema Solar, un extraño cometa ha captado la atención de los astrónomos. Es 2008 KV42, un objeto de 50 kilómetros de diámetro ubicado en el cinturón helado de Kuiper, más allá de Neptuno. El cinturón de Kuiper es un conjunto de cuerpos de carácter cometario que orbitan el Sol a una distancia entre 30 y 50 unidades astronómicas (una UA es la distancia que separa a la Tierra del Sol, 150 millones de kilómetros).

Lo interesante de este cometa es que presenta una órbita inclinada en 103,5 grados con respecto al plano orbital de nuestro planeta. Como consecuencia, su trayectoria heliocéntrica se desarrolla de modo retrógrado, esto es, en sentido contrario a lo habitual en el resto de elementos. Fue avistado en primera instancia por el astrónomo Brett Gladman, de la University of British Columbia, quien considera que su origen podría ser el mismo que el de los cometas tipo Halley.

Éstos también tienen órbitas retrógradas e inclinadas, pero su naturaleza está envuelta en un halo de misterio para la Ciencia. Halley, es uno de los cometas más famosos, pero no se dispone de una explicación dinámica para comprender cómo llegó a su órbita, ni cómo se mantiene allí. Los investigadores creen que el KV 42 proviene de una zona abstrusa entre el cinturón de Kuiper y la nube de Oort, un lugar donde se ha teorizado que los objetos bullen en una amplia esfera que circunda el Sistema Solar.