Reyal Urbis y Colonial caen en bolsa por el fuerte incremento de sus pérdidas

La presentación de resultados semestrales de inmobiliarias y constructoras fue recibida por los inversores en Bolsa con reacciones muy diversas. Mientras, las acciones de Sacyr Vallehermoso se revalorizaron un 3,65% -la mayor subida, en una sesión en la que el Ibex-35 cedió el 0,12%- las de Reyal Urbis se desplomaron el 9,04%, y las de Colonial sufrieron una caída del 2,63%.

Sacyr Vallehermoso registró en el periodo enero-junio pérdidas de 87,8 millones de euros, que la compañía atribuyó al impacto de la venta del 33% de Eiffage, cuando en el primer semestre de 2007 había obtenido ganancias de 602,9 millones.

Números rojos

En comparación homogénea, descontados los efectos de la desinversión, así como la contribución de Eiffage en el pasado año, el grupo constructor y de servicios presenta unos beneficios de 415,5 millones de euros, frente a los 430,4 millones del mismo periodo del ejercicio precedente. Por otra parte, la facturación del grupo se incrementó el 13,5%, hasta alcanzar una cifra de 2.932 millones, y a la mejora contribuyeron todas las unidades de negocio. Los analistas habían previsto que el recorte de las ganancias iba a ser mayor, y los inversores premiaron con sus compras la presentación de estos datos.

Reyal Urbis había informado el pasado viernes, tras el cierre del mercado, de unas pérdidas de 331,75 millones en la primera mitad del año, frente a los números rojos de 34 millones que registró entre enero y junio de 2007. La inmobiliaria ha tenido que dotar provisiones por 251,85 millones de euros para cubrir la depreciación de sus activos a causa de la situación del mercado inmobiliario.

Durante el fin de semana, por otra parte, Colonial comunicó que sus cuentas del pasado semestre arrojan pérdidas de 2.381 millones de euros, frente a las ganancias de 316,4 millones de euros obtenidas doce meses antes. A esa cifra llegó tras realizar dotaciones por 2.582 millones de euros. La inmobiliaria alcanzó un principio de acuerdo con sus bancos acreedores para la refinanciación de su deuda, pero tiene que hacer frente a la amortización anticipada de 6.120 millones a causa del incumplimiento de condiciones en algunos de sus préstamos.

El importe que los bancos exigen a Colonial a cierre de junio es muy superior a los 1.972 millones que ya le demandaban el pasado mes de abril, también por incumplimiento de condiciones fijadas en los préstamos, «fundamentalmente por la negativa evolución de la cotización de algunos de los valores aportados como garantía de la financiación».

Asimismo, el importe que los bancos le exigen a la compañía constituye el grueso de la deuda financiera neta total de 8.991 millones de euros que actualmente soporta la compañía.