Los forenses ponen nombre a 95 de los 154 fallecidos

Los facultativos y forenses ya han identificado a 95 de los 154 fallecidos en el accidente de Barajas. Así lo revela el último parte del Ministerio del Interior. Cada avance en el proceso de identificación provoca lágrimas y alegrías en los pasillos del hotel Auditórium de Madrid, que acoge a las familias de las víctimas del accidente del MD-82 de Spanair. El llanto es inevitable ante la evidencia de que un ser querido se fue. El regocijo parece paradójico, pero el deseo de los pocos que continúan allí reunidos es recuperar a sus muertos y volver a casa para preparar el duelo.

El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, lanzó ayer por la mañana un mensaje de inquietud para los que siguen a la espera. Dejó entrever la opción de que algunas filiaciones no puedan realizarse. «¿Puede quedar algún cuerpo sin identificar? Yo no lo sabría decir en este momento, es una posibilidad que existe», aseguró. Sin embargo, horas más tarde, a la salida del hospital de La Princesa donde visitaba a dos de los heridos en el accidente, cambió el tono. «Trabajamos en la hipótesis de identificar todos los restos del accidente, absolutamente todos», se corrigió.

El ministro se abstuvo de dar nuevos plazos para concluir el proceso de identificación, pero dejo claro que los expertos están trabajando «día y noche» y lo están haciendo «bien». Pérez Rubalcaba reiteró que es importante trabajar con celeridad, pero sobre todo con garantías. «Queremos que todos los familiares, cuando reciban los restos de sus seres queridos, tengan la certeza, como la vamos a tener nosotros, de que son ellos», sentenció.

La oficina de prensa de los Juzgados de lo Criminal de Baviera informó ayer de la identificación de los restos mortales de la familia alemana que viajaba en el avión siniestrado, un matrimonio con sus hijos de 8 y 5 años que iba Canarias para disfrutar de las vacaciones veraniegas.

En el Hotel Auditórium, las horas son eternas, pero cada vez son menos los que continúan a la espera. El lunes, Spanair trasladó a 25 de los fallecidos a sus lugares de origen. Desde el jueves ya suman 88. Darío Pérez, responsable del SAMUR Social, afirmó que el proceso de vuelta a casa es lo que más beneficia a las familias. «Lo que necesitan es la estructura de apoyo» que se genera en el momento de su regreso.

Los que siguen en el hotel parecen insertos en la rutina del recinto. Los tres días de luto oficial quedaron atrás. Las banderas izadas a la entrada del edificio ondean ya en lo alto del mástil. El equipo de Spanair encargado de poner transporte a disposición de los familiares abandonó el punto céntrico de la recepción del hotel, para instalarse en una lugar más discreto y permitir la mejor circulación de los huéspedes ajenos a la tragedia.

En el lobby, los pequeños grupos de días atrás se han fusionado en una reunión más numerosa. Los familares que quedan son pocos, pero ya se conocen, así que se reúnen para comentar novedades y compartir su tristeza. No pierden de vista sus móviles y están especialmente atentos a los carteles que informan de reuniones y número de identificados.