EN VEJER. La colisión se produjo en la nacional 340, cerca de la venta de La Barca de Vejer. / A. M.
Ciudadanos

«Este tramo de la carretera siempre ha sido muy peligroso»

Un fuerte ruido alertó a los vecinos del choque mortal que acabó con la vida de todos los viajeros que circulaban en el turismo

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La celebración de Velada de Nuestra Señora de la Oliva, en Vejer, se tiñó de negro tras conocer el fatídico accidente en el que murieron cuatro jóvenes algecireños en uno de los puntos más conflictivos de la Nacional 340, la curva próxima al cruce de la Barca de Vejer.

Alberto Verdugo, propietario de uno de los restaurantes de la zona, fue testigo de excepción de este lamentable suceso. «Ocurrió pocos minutos antes de abrir el bar, a las siete de la mañana. Escuchamos un tremendo ruido y enseguida supimos que se trataba de un accidente grave», contó Verdugo. Tras el estruendo, «todos los que estábamos en la zona queríamos ayudar, pero los chavales murieron en el acto. Sólo pudo hacer algo un trabajador del hostal, que con pequeño extintor sofocó las llamas que salían del coche», narraba el dueño del comercio.

Los trabajadores de los negocios cercanos al cruce relataron que las ambulancias tardaron unos veinte minutos en llegar. «No se podía hacer nada para salvar las vidas de los jóvenes», comentaba Paqui, camarera de un restaurante.

Los amigos, testigos

Quienes sí fueron atendidos por los equipos sanitarios fueron cuatro amigos de los fallecidos, que circulaban detrás del vehículo siniestrado, y que sufrieron un ataque de ansiedad tras presenciar el accidente. Además, y según los testigos, «los compañeros mostraban claros signos de encontrarse ebrios, por lo que las víctimas también podrían haber manejado el coche después de haber consumido alcohol». Este grupo de jóvenes se dirigía a Algeciras, lugar donde residían después de haber pasado la noche del sábado en los Caños de Meca.

El coche colisionó con un camión cisterna de la empresa Gómez Crespo, cargado de agua para distribuirla en la zona de la costa. Su conductor sufrió heridas leves, pero los bomberos tuvieron que rescatarlo, -según señalaron los vecinos de la zona-, al encontrase atrapado en la cabina.

Cambio de vía

El vecino de Vejer, Manuel Romero, conocedor de la zona, explicó que ese tramo de carretera siempre había sido muy peligroso, pero ahora se había multiplicado el riesgo. «La curva se encuentra a tan sólo dos kilómetros de finalizar la autovía y los conductores siguen con la misma velocidad», apuntaba Romero.

A pocos metros del lugar de los hechos, la Autovía de la Costa de la Luz concluye, por lo que la carretera pasa de cuatro a dos carriles. «En esa curva siempre hay flores. Justamente ahí ocurrió hace poco tiempo otro accidente mortal», concluía este vecino, muy apesadumbrado.

La Guardia Civil cortó el tráfico rodado por esta carretera, desviando a los vehículos que transitaban por la nacional a través de Vejer, lo que produjo retenciones. La circulación no se restableció por la Nacional 340 hasta dos horas después del accidente.

El cruce de la Barca de Vejer es una zona muy transitada, ya que sirve de descanso para los miles de viajeros que acuden a pasar el día en la cosa. A mediodía de ayer, los restos del accidente todavía eran visibles.