Ciudadanos

Frente común contra los molinos acuáticos

La plataforma conservacionista ha empapelado tres municipios de La Janda

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«No vamos a quemar las naves porque el otro frente tire fuegos artificiales», con la metáfora de la batalla define Antonio Morillo, que capitanea la Plataforma en Defensa del Mar del Trafalgar la estrategia. El portavoz se muestra cauto, pero confía en la palabra del presidente de la Junta cuando dijo que no autorizará los parques eólicos en Trafalgar si no cuenta con el suficiente consenso social. El colectivo está integrado por los tres ayuntamientos de la comarca (Barbate, Vejer y Conil), las cofradías de pescadores, las almadrabas, los sindicatos y las asociaciones vecinales y están decididos a ir todos a una.

Morillo insiste en que nadie está en contra de la instalación de eólicas marinas, pero no consideran que el mar de Trafalgar sea el lugar adecuado por la industria que genera y la riqueza de ecosistemas que alberga. Otro de los puntos en contra que señala es el patrimonio arqueológico hundido en las aguas, un aspecto que, de aprobarse definitivamente los proyectos, daría problemas a la hora de iniciar los trabajos de instalación.

Las condiciones con las que cuenta la zona son muy favorables para la instalación de molinos. Con la tecnología que manejan las empresas necesitan profundidades de entre 14 y 20 kilómetros, ubicados a una distancia de ocho de la playa tal como marca la normativa estatal. «Aseguran que para 2020 podrán instalar las turbinas a 50 kilómetros y tal vez ahí no sería tan problemático, ni por impacto visual ni por alteración del fondo», explica Morillo.

Por lo pronto, la plataforma continúa con su protesta y la última acción ha sido encargar cartelería y empapelar los tres municipios. La campaña se extenderá hasta Cádiz después del verano y prevén continuar con más acciones como viajes en barco por el mar de Trafalgar y conciertos.

Por su parte, las empresas instaladoras confían en que los parques puedan llevarse a cabo, no obstante, tendrán que esperar a que el Gobierno convoque un concurso público para adjudicar cada área a un promotor. El proceso es aún largo, pues los promotores no esperan que se pueda empezar a instalar antes de 2010.

El proyecto más avanzado es el que lidera Acciona, que se denomina Mar de Trafalgar y a cuyo frente se encuentra César del Campo. El responsable ha manifestado en varias ocasiones su «satisfacción» por cumplir con las exigencias marcadas por el Gobierno. El resto de compañías (Iberdrola, Endesa, Capital Energy y Elecnor) han presentado proyectos menos ambiciosos y por el momento están realizando estudios de viabilidad para cumplir con las exigencias gubernamentales.