MEJORAS. Un operario arregla el asfalto del camino que conduce hasta el escenario. / ÓSCAR CHAMORRO
Cultura

El castillo de San Sebastián recibe hoy su bautismo musical

El Castillo de San Sebastián abre esta noche por primera vez sus puertas a la cultura y la curiosidad por descubrir el lugar se convierte en la protagonista más esperada

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El ensordecedor ruido de las olas y el silbar del viento hacía sus propias pruebas de sonido ayer. Su melodía acompañaba a todo aquel que entraba por el arco de La Caleta en dirección al Castillo de San Sebastián. La gran puerta de madera de acceso a la fortaleza cortaba el paso a todo aquel que pretendía entrar. El motivo no eran antiguos miedos, fruto de los saqueos que el fuerte vivió a manos los ingleses en el siglo XVI, si no los preparativos de la primera cita cultural que acoge, esta noche, el histórico y esperado recinto. La música ha reencontrado en él un escenario después de que en 1950 se propusiera como el espacio para estrenar La Atlántida, de Manuel de Falla.

El marco en el que esta noche Estrella Morente y Dulce Pontes ofrecen un concierto ha despertado la curiosidad de los gaditanos, dedicados mucho tiempo a pensar el uso que se daría a esta avanzadilla de casi 40.000 metros en el mar.

Detrás de sus muros, el tiempo no se ha detenido. Los años, como la fuerza del mar, tienen la capacidad de ir cambiando algunas formas. Cada grieta de las piedras que mantienen en pie al Castillo de San Sebastián hablan del paso de mu-chos días de actividad y batalla, también de otros de silencio, condenas y esplendor perdido.

Nuevo horizonte

La celebración del Bicentenario abre un nuevo horizonte en su futuro que pasa por un remodelación que va a cambiar su aspecto actual. Todo apunta a que se convertirá en un centro multifuncional donde se ubique un observatorio o museo interactivo y el Centro de Estudios del Constitucionalismo Democrático así como la subsede de la Casa de América. Aún queda mucho por hacer y mejorar. Por lo pronto, y pese al debate que suscita la seguridad del recinto, al tener sólo una zona de acceso, San Sebastián da la bienvenida a Dulce y Estrella en un mano a mano que deberá lidiar con el viento y el rugir del mar.

Es la primera vez que este recinto, desconocido aún para muchos, abre como espacio cultural. La música, puede que sea la excusa para descubrirlo y reencontrarse con uno de los rincones más emblemáticos de la ciudad. Ojalá que sea para siempre.

imruiz@lavozdigital.es