El cantante Bruce Springsteen, en un momento de su actuación en San Sebastián. /EFE
estrena su gira en san sebastián

Bruce Springsteen enciende a 40.000 fieles en Anoeta

Tras deleitar a los donostiarras, el 'Boss' recalará en Madrid y cerrará en Barcelona los días 19 y 20 de julio

SAN SEBASTIÁN Actualizado: Guardar
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Tras una larga espera y para delicia de sus fieles, Bruce Springsteen ha tomado el estadio de la Real Sociedad en San Sebastián para inundarlo de energía y pasión. El 'rey de los directos' daba así comienzo a la segunda etapa de su Magic Tour por Europa, un circuito que tras deleitar a los donostiarras, recalará en Madrid y cerrará en Barcelona los días 19 y 20 de julio.

La fuerza apabullante que ayer desplegó el 'Boss' (Jefe) daba a entender que iniciaba su gira cuando en realidad atraviesa su tramo final, con una energía que ha convertido en incensante delirio las primeras filas y ha ido calentando gradualmente al resto.

El arranque con Tunnel of love no movió demasiado a quienes se habían decidido a pasar el concierto de pie en el campo, sólo los irreductibles situados cerca del escenario dieron la batalla desde el principio y se vieron recompensados por el músico, que atendió a varias de sus peticiones. En tres horas de concierto, Springsteen ha combinado los temas de su último álbum, el Magic que da nombre a la gira, con canciones de discos anteriores, como la inevitable Born to run, que ha dejado para la tanda de bises.

Tras Radio nowhere, que parece no caerse del repertorio, llegó No surrender y con ella el calor del público, que ya más animado empezó a corear el estribillo. El "Boss" comenzó entonces a recoger los carteles con los títulos deseados y acometió Growin' up, seguida de una impresionantísima interpretación de Atlantic City, en un momento en que el sonido además mejoró.

Una fan en el escenario

La vitalidad con que se entrega el músico en cada canción y el buen rato que parece pasar acompañado por los fantásticos y reencontrados miembros de la E Street Band se intuye más que profesional, aunque probablemente el rato de su vida lo ha disfrutado la joven a la que Springsteen ha subido al escenario para cantar el estribillo de Mary's place.

Ese tema ha encendido a un público que esta noche no estaba mucho por los saltos, pero que ha recibido con entusiasmo otros temas, como The rising o Badlands, el último antes de los bises. Ya habían sonado otros como Because of the nigth, una sentida Sandy, y unas estupendas Last to die y Long walk home, de la que Steve van Zandt, inseparable de su pañuelo negro a la cabeza, cantó unas estrofas.

No se hizo esperar Springteen tras la primera despedida y pronto regresó a escena con su banda para cerrar definitivamente su primera visita a San Sebastián. Dijo adiós con Bobby Jean, Dancing in the dark,American Lan y una versión de Twist and shout aderezada con La bamba.

Se ha quedado el "Boss" al borde de las 30 canciones en esta noche donostiarra de luna casi llena y en la que, algo poco habitual, se han visto algunas estrellas. Le han escuchado 40.000 personas, a las que ha regalado su inmenso vigor, sus canciones nuevas y las de siempre y la grata compañía de la E Street Band.