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El presidente ruso, Dmitry Medvedev, su homólogo estadounidense, George W. Bush, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, posan para una fotografía familiar oficial de la cumbre del G8, en Hokkaido, al norte de Japón. /EFE
los líderes, satisfechos con la reunión

La cumbre del G8 finaliza sin avances significativos en la lucha contra el cambio climático

Las principales economías del mundo evitan comprometerse a reducir a la mitad en 2050 las emisiones de dióxido de carbono y apuestan de manera difusa por "recortes profundos"

REDACCIÓN/AGENCIAS |
TOYAKOActualizado:

Las potencias reunidas en la cumbre del G8 se han conformado con poco. O al menos así lo ha demostrado el presidente norteamericano, George W. Bush, para quien la reunión, que ha finalizado hoy en Hokkaido -al norte de Japón-, ha sido "muy productiva" porque "hemos logrado que las principales economías del mundo se sienten a la mesa". Asimismo, ha considerado ante los medios que se han logrado "progresos significativos" para la colaboración mundial en la lucha contra el calentamiento global.

Sin embargo, los líderes de las 16 principales economías del mundo, a su vez los mayores emisores mundiales de dióxido de carbono, han evitado comprometerse con la meta principal del G8: reducir a la mitad en 2050 las emisiones globales de CO2 causantes del 'efecto invernadero' y se han limitado a apostar de manera difusa por "recortes profundos" en las emisiones. A pesar de que términos como "éxito" o "avances" se han sucedido en boca de los líderes al final de la cumbre, las posiciones distantes que traían en muchos temas han imposibilitado alcanzar acuerdos sustanciales.

Los Ocho se han reunido hoy con los representantes de México, Brasil, China, la India, Sudáfrica, Corea del Norte, Indonesia y Australia, en la llamada Reunión de las Economías Avanzadas (MEM), que agrupa a los principales emisores de gases contaminantes. En un comunicado, la MEM señala que "debemos participar en una meta ambiciosa con objetivos y planes a medio plazo, para que el mundo pueda atajar con éxito el cambio climático" y añade que "el éxito dependerá de tecnologías innovadoras, asequibles y más avanzadas, y de prácticas que transformen la forma en que vivimos, producimos y usamos energía".

Aunque el texto habla de manera global de los 16 países, obvia que tanto India como China, dos de los países más contaminates, no apoyan el acuerdo aunque aseguran que se unirán a la inciativa posteriormente. Tras la reunión, Greenpeace ha tachado de "vacío" el comunicado, mientras que WWF alerta de que "es el resultado de la falta de liderazgo del G8" para la reducción de emisiones.

Temor ante la inflación y el precio del crudo

Aunque el tema estrella del encuentro ha sido el cambio climático, infinidad de asuntos han sobrevolado las tres jornadas de la cumbre de Hokkaido, como los crecientes precios del petróleo, la crisis del mercado alimentario o las sanciones al régimen de Robert Mugabe tras unas elecciones en Zimbabue calificadas de fraude. En cuanto a este último asunto, EEUU y Reino Unido no han logrado el consenso de los Ocho y el asunto ha quedado aplazado hasta la próxima reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.

La inflación y los altos precios del petróleo ha sido otro de los puntos que han marcado la agenda, con el foco sobre el presidente ruso, Dmitri Medvedev, quien ha anunciado que su país aumentará la producción de alimentos para combatir la crisis actual. Medvedev ha protagonizado además uno de los exabruptos del día al afirmar que Rusia responderá al pacto antimisiles firmado ayer por EEUU y la República Checa.

Los países del G8 han acordado en esta cumbre animar a países petroleros a que produzcan más y han enfatizado la necesidad de que aumenten la capacidad de refino, para satisfacer la creciente demanda internacional. Como colofón, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha avanzado que en la próxima cumbre del G8 en Cerdeña se destinará un día completo al diálogo entre el G8 y los que 'países emergentes': China, la India, Brasil, México y Suráfrica.

Zapatero esperaba más de la cumbre

No todos se han mostrado satisfechos con la reunión. El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el primer ministro de Países Bajos, Jan Peter Balkenende, han coincidido en señalar que los resultados no han sido los esperados en lo que se refiere a lucha contra el cambio climático o la crisis alimentaria, pero han apelado a la comunidad internacional a llegar a más compromisos en las próximas conferencias y reuniones que traten estos asuntos.

Tras la reunión que han mantenido ambos dirigentes en el Palacio de la Moncloa, Zapatero ha destacado que "quizá" hubiese sido "más deseable, en una economía globalizada, una respuesta más contundente y más activa" de los líderes del G8, porque cuando se habla de la crisis alimentaria "hay vidas humanas que están en juego". En cuanto al cambio climático, ha subrayado que "todos los compromisos" que se vayan adquiriendo "son bienvenidos", aunque no el paso definitivo ante uno de los grandes retos de la comunidad internacional.

En rueda de prensa como presidente de la cumbre, el primer ministro nipón, Yasuo Fukuda, ha sugerido que el acuerdo sobre la reducción de emisiones tiene como referencia los niveles actuales de CO2, aunque la UE desea partir de los niveles de 1990. Barroso ha considerado que el pacto cocinado en los fogones del G8 es un "notable progreso", aunque ha reconocido que queda "mucho trabajo por delante".