CHAPARRÓN. Una mujer abre un paraguas al salir del banco. / L.V.
Ciudadanos

Los bancos cortan la financiación y el número de hipotecas se hunde un 53%

La compraventa de viviendas urbanas en la provincia se reduce un 34,5% en marzo Los empresarios miran hacia las entidades financieras como las responsables del parón

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«Vuelva usted mañana» se ha convertido en «vuelva usted cuando termine la crisis». No va más. La banca ha cortado el turno de ofertas y la bola seguirá rodando sobre la ruleta hasta que la economía decida enderezarse. Con este escenario, conseguir una hipoteca se está convirtiendo en un desafío o en una prueba de resistencia. En toda España; y también en Cádiz, donde el celo de las entidades financieras es mayor que en el resto del país a tenor de los últimos datos conocidos.

Las cifras pertenecen al Instituto Nacional de Estadística y al mes de marzo. En ellas se revela que el número de créditos hipotecarios que se firmaron en suelo gaditano en el tercer mes del año fue de apenas 2.103, un 47% menos que en el mes precedente y hasta un 53% si la comparación se hace con el periodo homólogo de 2007 (la media nacional en esta rúbrica es de un 37% de recorte). Hace un año, en aquella época en la que los problemas se creían lejanos (aunque el Euríbor ya asustaba), en la provincia se constituían más de 4.500 préstamos al mes (cantidad que podía superar en meses más boyantes las 5.000 o hasta las 6.000). Ahora, y después de que en enero y febrero el mercado financiero resistiera mejor que el nacional, la realidad se muestra con toda su crudeza. No va más.

Mirando por el dinero

«El problema actual no es de oferta y demanda, sino financiero», resume Manuel Rodríguez-Sánchez, presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Cádiz. Conocedor más que cercano de la situación, reconoce que la demanda en la compra de vivienda continúa bastante activa. «La gente quiere comprar y la gente se interesa en los pisos, pero los bancos no dan dinero y nadie puede hacer nada contra eso», lamenta. Lo curioso es que el mundo financiero no concede líquido debido a sus propios problemas de liquidez, más que a una desconfianza en cuanto al pago futuro de la letra (la morosidad, aun creciendo, está a unos niveles muy bajos). A esta situación se ha llegado después de un complejo efecto dominó que empezó en Estados Unidos (la famosa crisis subprime o de hipotecas basura) y que ha alcanzado a todos los bancos españoles porque se hicieron operaciones cruzadas que basaban toda su existencia en que los créditos otorgados al otro lado del Atlántico se pagaran. Algo que dejó de hacerse en verano de 2007.

Las ganas con hacerse una casa siguen a este lado del océano. De este afán quizás pudiera dar una señal el mejor comportamiento (dentro de lo malo) que presenta Cádiz en la Estadística de Transmisiones de Derecho de la Propiedad. Mientras que en el resto de España el conjunto de operaciones de compraventa de viviendas (sólo inmuebles urbanos) se reducía en más de un 38%, en la provincia el descenso es de un 34,5%. La diferencia es poco consoladora cuando se comprueba que en marzo de 2007 se cerraron 1.990 procesos inmobiliarios y en este marzo el conjunto se quedó en 1.303.

A la misma conclusión de que los malos de esta parte de la película son los bancos ha llegado la Federación de Agrupaciones de Empresarios de la Construcción de Cádiz. Su secretario general, Emilio Corbacho, (que es también el responsable regional de la patronal del ladrillo) achacó a la banca una buena dosis del parón inmobiliario actual: «Ni siquiera aquellos que van con todas las garantías de buen pagador consiguen fácilmente la financiación».

La teoría de la dura restricción recibe confirmación puntual en los datos económicos. Junto con la caída a la mitad del número total de hipotecas firmadas (aquí se incluyen todas las operaciones: viviendas urbanas, fincas rústicas, suelo...), el importe concedido en esos préstamos ha sido seriamente rebajado. Si en marzo de 2007 las firmas financieras otorgaban 633,372 millones de euros en créditos por la compra de un inmueble, este marzo de 2008 el volumen prestado ha pasado a apenas 302,888 euros (un 67% menos). Y no, no se trata sólo de un efecto escalón entre el floreciente 2007 y el marchito 2008, ya que sólo un mes antes de reducirse el capital entregado hasta esos poco más de 300 millones en la provincia, se habían dado 587 millones (datos del INE de hipotecas en febrero).

También la Ley

El cierre del grifo no se reserva a los ciudadanos. La economía también la mueven las adquisiciones por parte de las empresas. El presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz, Miguel González Saucedo, destaca una variable de la que se ha hablado poco, pese a su impacto real: el cambio de valoración que el Banco de España incorporó a raíz de la nueva Ley del Suelo.

Básicamente, un banco que dé un préstamo para la compra de un terreno debe incluir ese dinero en el capítulo de insolvencia, ya que la normativa contempla que la Administración podría expropiar el terreno en un momento dado para hacer vivienda protegida. Como esa amenaza siempre está ahí, el suelo apenas genera plusvalía (el precio que se pagaría en un proceso de expropiación es muy bajo) y el banco debe minusvalorarlo. «Así que nadie quiere prestar dinero para comprar el suelo», concluye el portavoz empresarial.