COMPARECENCIA. Pérez Rubalcaba, a su llegada a la Comisión de Interior. / EFE
ESPAÑA

ETA ya tiene nueva dirección

El sustituto de Thierry podría ser Pastor, un veterano de 61 años y mano derecha de Josu Ternera Rubalcaba advierte de que los terroristas «nos pueden hacer mucho daño todavía»

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Los servicios de Información de la Guardia Civil y de la policía ya han elaborado los primeros organigramas sobre la nueva dirección política surgida tras la caída en Francia la pasada semana de Francisco Javier López Peña, Thierry y sus tres colaboradores más cercanos. Los dos cuerpos coinciden en que el relevo debería haber supuesto el ascenso del llamado 'sector posibilista' (más blando) que encabeza José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxe, Josu Ternera, pero ni él ni su hijo Egoitz aparecen, «por voluntad propia», en la cúspide etarra. En esa posición figura Juan Cruz Maiztegi Bengoa, Pastor, hombre de confianza de Josu Ternera, y que participó en los primeros contactos con el Gobierno en el pasado alto el fuego.

Maiztegi Bengoa, experto en construcción de zulos en los años setenta y ochenta y exiliado después en México, es según los primeros análisis de Interior el jefe accidental del entramado político después de que en julio del pasado año fuera capturado el que estaba llamado a ser de Thierry, Juan Cruz Maiza Artola, Lohi, jefe del apartado logístico.

Sector duro

Pastor pertenecía al llamado 'sector duro' en el que también estaba inscrito López Peña. Fue, junto a Jon Salaberria, otro de los detenidos en Burdeos, uno de los interlocutores de ETA en las conversaciones mantenidas con el Ejecutivo en los últimos estertores del pasado proceso de paz.

El golpe de Burdeos no ha provocado cambios en la vertiente militar. Los organigramas mantienen al frente de los comandos a Garikoitz Aspiazu, 'Txeroki' y como su lugarteniente a Aitzol Iriondo, Gurbitz, responsable directo de los pistoleros, entre ellos el talde Vizcaya, el más activo de ETA tras la ruptura del alto el fuego.

Los informes policiales barajan la posibilidad de que el aparato militar se haya radicalizado aún más con la incorporación en labores de apoyo y asesoramiento de dos históricos duros: José Luis Eziolaza Galán, Dienteputo, y Eusebio Arzallus, Paticorto. El primero vivió durante años en Colombia, Venezuela y México y regresó hace meses a Francia; está acusado de seis asesinatos. El segundo, que también vivió en Latinoamérica, lidera dentro de la banda uno de los sectores más beligerantes. Ambos, insisten los servicios de Información, habrían entrado en las filas militares antes de la caída de Burdeos.

El aparato logístico, centrado ya en la fabricación de bombas, sí ha sufrido algunos cambios en los últimos meses. Los analistas de Interior cree que detrás de los artefactos usados en gran parte de los atentados perpetrados este 2008 están las manos de Tomás Elgorriaga Kuntze y Eneko Gogeaskoetxea, que habrían tomado el testigo al último jefe artificiero de ETA, Luis Ignacio Iruretagoyena, capturado el pasado 1 de septiembre de 2007.

Kuntze y Gogeaskoetxea fueron alumnos aventajados de Iñaki Santesteban, Einstein, arrestado hace ocho años y el mayor experto que ETA ha tenido en explosivos en los últimos lustros. Fue Einstein el que revolucionó los artefactos de ETA, con la utilización de nuevos explosivos y tecnologías más avanzadas.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, confirmó ayer los cambios en la nueva dirección terrorista. Durante su comparecencia en el Congreso, aseguró que ETA nombró una nueva cúpula « al día siguiente» del golpe policial en Burdeos.

Pérez Rubalcaba eludió la polémica de si Thierry era o no el jefe máximo de la organización. Aseguró que nunca ha «exaltado» o «disminuido» el alcance de la operación y que se ha limitado a trasladar el análisis de los expertos de la Guardia Civil, «que son los que saben de ETA y además detienen».

Con la misma cautela exhibida en los últimos días, el máximo responsable de las fuerzas de Seguridad recordó que «la dirección de ETA es colegiada, pero no todos sus miembros tienen el mismo ascendiente». «Y Francisco Javier López Peña era uno de los miembros de la dirección de ETA con más ascendiente por su veteranía y, con toda seguridad, por su radicalidad», explicó.

Insistió Pérez Rubalcaba en que las cuatro personas detenidas en Burdeos -Thierry, Salaberria, Igor Suberiola y Ainhoa Ozaeta- eran «importantes miembros de la banda» y que esa operación «debilita aún más a la organización».

Comandos

Al margen de quién tome las riendas en la cúpula política de ETA, Pérez Rubalcaba insistió en la operatividad de los comandos. «Hoy ETA está más débil que nunca, de la misma forma que el Estado está más fuerte que nunca, pero ETA nos puede hacer mucho daño todavía, aunque su final está escrito», apostilló.

El ministro se mostró convencido de que el fin del alto el fuego ha dejado aún más mermada a la banda porque «la ruptura de la tregua, como sucedió con las anteriores, no ha hecho sino acelerar su final». Según Pérez Rubalcaba, ETA está «más acosada que nunca, policial, social y políticamente», sobre todo porque la estrategia del Ministerio del Interior no es sólo atacar a los comandos.

«ETA pone bombas y asesina, pero también intenta hacer política, trata de relacionarse internacionalmente y desarrolla movimientos sociales», recordó el máximo responsable de la lucha antiterrorista, que prometió que la «estrategia» de su departamento será perseguir a la banda «en todos estos ámbitos.