Fritzl permanecerá en prisión preventiva un mes más

Un tribunal austríaco ha ordenado que el "carcelero de Amstetten" sea retenido en prisión preventiva un mes más, según ha confirmado el portavoz de la Fiscalía, Gerhard Sedlacek. El abogado que está representando a Fritzl, Rudolf Mayer, no ha puesto ninguna objeción a esta condición durante la audiencia, que se ha celebrado a puerta cerrada y que se ha prolongado quince minutos. Lo que ha quedado en el aire es un nuevo interrogatorio a Fritzl por parte de los fiscales.

El hombre permanece arrestado en una prisión situada en la capital regional de la Baja Austria, St Poelten, después de que hace dos semanas se descubriera que mantuvo a su hija encerrada en un sótano cerca de 25 años. Tres de los seis hijos-nietos con vida, ahora de entre 5 y 19 años, estuvieron encerrados con su madre mientras que otros tres fueron criados por Fritzl y su esposa, Rosemarie, como propios. El séptimo hijo murió poco después de nacer y Fritzl incineró sus restos en un horno

Los fiscales investigan a Fritzl por violación, incesto, coerción y muerte del bebé, aunque no ha sido acusado formalmente. La Policía sostiene que durante su declaración admitió las acusaciones de incineración e incesto.

Sigue el rastreo en la casa de Amstetten

El jefe de la investigación policial, Franz Polzer, ha explicado hoy que la casa de Fritzl, situada encima del sótano, en la pequeña ciudad de Amstetten, está siendo minuciosamente examinada. "Estamos empleando perros rastreadores y un radar de terreno a fin de no tener que cavar toda la zona", ha apuntado.

Además, ha descartado que el "carcelero" tuviera otros escondites secretos. "La prisión es tan compleja, tan extensa, que agotó las capacidades del señor Fritzl", ha explicado Polzer. Durante el fin de semana se paralizarán los trabajos de rastreo hasta que el lunes medio centenar de agentes vuelvan al lugar en busca de nuevas pistas para inculpar a Fritzl.

Conocido también como el "mostruo austriaco", Fritzl explicó esta semana, en una entrevista difundida a través de su abogado, que se convirtió en un adicto al incesto con su hija. El austríaco, que encerró a Elisabeth en 1984 cuando ella tenía 18 años, afirmó que comenzó a violarla un año después. "Mi instinto por tener sexo con Elisabeth se volvió cada vez más y más fuerte". "Sabía que Elisabeth no quería que hiciera lo que le hice. Sabía que la estaba lastimando (...) Era como una adicción (...) En realidad, quería hijos con ella", apuntó.