CONGRESO. Solbes, durante su comparecencia. / EFE
Economia

Solbes se opone a ayudas a los constructores para paliar el «ajuste necesario» del sector

El vicepresidente económico advierte de que los «excesos» de años anteriores deben ser corregidos por ellos mismos

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El vicepresidente económico, Pedro Solbes, marcó ayer su hoja de ruta para la nueva legislatura y lo hizo con un aviso directo a los constructores: él no tomará medidas para «impedir artificialmente el necesario ajuste» en la actividad del ladrillo, si bien entre líneas se pudo advertir que esa es su posición personal, que bien podría no coincidir con la de otros miembros del gabinete, encabezados por el reverso de su medalla, Miguel Sebastián, ministro de Industria y hombre muy próximo al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Durante su primera comparecencia del curso parlamentario en el Congreso de los Diputados, el titular del área de Economía y Hacienda dejó claro que los «excesos» de años anteriores en el sector residencial deben ser «corregidos» por ellos mismos para retornar pronto a crecimientos acordes a una demanda «normal».

Si sólo se adoptan medidas de alcance limitado, y el Gobierno no «sobrerreacciona», Solbes confía en que, si bien el ajuste será «más rápido de lo esperado», también terminará «antes de lo previsto». Según el escenario que maneja, en el segundo semestre de 2009 cambiaría la actual tendencia a la baja de la actividad en España, de modo que en 2010 se retornaría «sin mayores dificultades» a tasas de crecimiento en «el entorno del 3%». Eso sí, admitió que antes de iniciar ese giro se pasarán momentos malos, tanto que apenas dos semanas después de rebajar sus previsiones macroeconómicas, admitió que será «difícil» cumplir la estimación para 2008, fijada en el 2,3%.

De hecho, el consenso de los expertos de una quincena de instituciones públicas y privadas consultadas por la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) apunta que el avance del Producto Interior Bruto (PIB) llegará este año, como mucho, al 2,2% (en 2009 no pasaría del 1,7%), e incluso alguna, como el BBVA, lo sitúa en el 1,9%. El Banco de España preveía a principios de abril un 2,4%, pero ya entonces advertía que era un dato muy provisional y seguramente quedaría desfasado. El ministro reconoció que el «efecto arrastre» del ajuste del ladrillo alcanzará «inevitablemente» a otros sectores, aunque será «transitorio».

Malestar empresarial

Pese a ello, insistió en que deben ser los propios constructores quienes, tras disfrutar años pasados de una época de vacas gordas se hagan cargo de la coyuntura actual sin esperar más ayudas públicas, un mensaje que ya ha causado malestar entre esos empresarios. El ministro, en cualquier caso, precisó que la labor del Ejecutivo debe ser tomar medidas para «hacer lo menos traumático posible» el descenso del crecimiento, «aliviando algunas de las dificultades» de aquellos ciudadanos en situación «más vulnerable».

Por otra parte, Solbes avisó de que el Ejecutivo llevará a cabo una reordenación de las competencias en materia de supervisión e inspección sobre el sistema financiero. Se tratará de hacer un modelo de «doble regulador» que ya existe en otros países, y que en el caso de España dividiría las competencias de supervisión entre el Banco de España -que se encargaría de la supervisión a la banca en lo relativo a las cuestiones de solvencia- y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)- que vigilaría el comportamiento de las empresas.