La Policía austriaca sigue custodiando la casa donde el 'carcelero' mantuvo encerrada a su hija y sus siete hijos-nietos. /AFP
LE DEFINE COMO UN 'HOMBRE ROTO'

El abogado del 'carcelero de Amstetten' cree que no debe ir a la cárcel sino a un psiquiátrico

La hija-nieta de Fritzl, cuya enfermedad destapó el caso, continúa muy grave en el hospital aunque permanece estable

BERLÍN Actualizado: Guardar
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El abogado de Josef Fritzl, el jubilado austríaco acusado de haber violado y encerrado a su hija Elisabeth 24 años en un sótano, sostiene que su defendido no es responsable de sus actos y que debe ir a una institución psiquiátrica. "Mi opinión personal es que Josef Fritzl es un enfermo psíquico y por tanto no es responsable de sus actos. Mi cliente no debe ser encerrado en una cárcel, sino en una institución psiquiátrica", apunta Rudolf Mayer al dominical alemán Bild am Sonntag.

El jurista, conocido en su país por defender casos criminales especialmente complejos, advierte de que, en caso de que el forense del Tribunal no lo vea así, "estudia" recurrir a un experto propio para que ratifique esa "opinión personal". Según Mayer, su cliente "no es un monstruo, sino una persona", aunque para muchos lo que ha hecho exceda a su comprensión, y que su primera impresión cuando lo visitó en la prisión donde está ingresado preventivamente fue que se trataba de un "pater familias" o "patriarca".

Amenazas por asumir la defensa

El abogado afirma haber recibido cartas amenazantes por su decisión de defender al llamado "carcelero de Amstetten". "En algunas (cartas) se me dice que debería ir a parar al sótano con Fritzl", sostiene. Mayer recuerda que su defendido ha admitido los cargos de incesto y de haber encerrado a su hija, pero que se defenderá de otros, como "asesinato por negligencia". Según Bild, en caso de prosperar su tesis de la no responsabilidad, Fritzl podría ser condenado a un máximo de 15 años y salir en libertad, si tiene buena conducta, mucho antes.

Tras su primera visita, el abogado austríaco definió a su cliente como un "hombre roto" y acusó a los medios de haber violado sus derechos como persona, al haber publicado su nombre completo y su fotografía. Después de permanecer con Fritzl en el Centro Penitenciario de Sankt Pölten, Mayer señaló que su cliente "ya ha respondido ampliamente a la Policía" y que por el momento no iba a hacer más declaraciones.

Kerstin permanece muy grave

En cuanto a Kerstin Fritzl, hija-nieta del 'monstruo de Amstetten' y cuya enfermedad destapó el caso, sigue en extrema gravedad, aunque estabilizada. Fue precisamente la delicada salud de Kertstin y su ingreso en el servicio de urgencias del hospital de Amstetten el pasado día 19 lo que sacó a la luz el secuestro.

Kertstin, quien en sus 19 años de vida no había visto nunca la luz del sol, es la mayor de los siete hijos -uno de ellos fallecido. La joven se encuentra en coma inducido en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de Amstetten a causa de una extraña dolencia y, según el portavoz de los centros médicos de Baja Austria, Klaus Schwertner, sigue muy grave y precisa de respiración artificial, aunque se ha conseguido estabilizar un poco su estado.

Algunos especialistas en genética austríacos señalan que la extraña enfermedad de Kertstin puede tener su origen en problemas causados por el incesto, extremo éste que no ha sido confirmado por el hospital. Kerstin presentaba, además, una gran despigmentación y problemas dentales y musculares, debido a la falta de vitamina D por la ausencia de luz solar y por el exiguo espacio vital del que disponía en el zulo de 60 metros cuadrados que compartía con su madre y dos de sus hermanos: Stefan, de 18 años, y Felix, de 5.

Los hijos de Josef Fritzl y Elisabeth se encuentran solos en una planta del hospital, atendidos por un equipo de profesionales, y con los cristales oscurecidos para que aquellos que padecieron el encierro subterráneo puedan acostumbrarse paulatinamente a la luz solar. El edificio está vigilado por guardas de seguridad, policías, bomberos de la localidad e incluso miembros de la unidad 'Cobra' de operaciones especiales de las fuerzas de seguridad.