AVANCE. Un cubano habla por el móvil ante las oficinas de la compañía telefónica en La Habana. / AP
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Raúl Castro afianza la apertura y permite a los cubanos comprar móviles

La empresa estatal de telecomunicaciones oferta unidades prepago que deberán ser abonadas en la divisa nacional Las líneas resultan casi inalcanzables por su alto precio

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Los cubanos podrán tener teléfonos móviles. La medida liberalizadora anunciada ayer mediante un comunicado de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, S. A. (ETECSA) se suma a otras que permiten el acceso a bienes y servicios hasta ahora prohibidos, como ordenadores, equipos de reproducción de vídeo o a medicinas en cualquier farmacia del país. «A partir del proceso inversionista actual, ETECSA está en condiciones de ofrecer a la población el servicio de telefonía celular que se formalizará mediante contrato personal en la modalidad de prepago», recogía la nota, reproducida por el diario 'Granma', órgano del Partido Comunista.

La telefonía inalámbrica arrancó en 1991 pero estaba limitada a extranjeros, funcionarios y empleados de empresas mixtas. El resto de los cubanos estaban obligados a recurrir a amigos foráneos o al mercado negro para hacerse con un número.

El Ministerio de Informática y Comunicaciones informó de que próximamente se regulará para que la puesta en marcha y el control del plan se realicen de forma «ordenada y progresiva».

Falta por concretar los procedimientos para «los cambios de titularidad de los ciudadanos cubanos que hasta la fecha lo han adquirido por vía indirecta y el inicio de nuevos contratos a las personas naturales interesadas».

«Muchas veces se nos presentaban clientes que tenían problemas con la línea, incluso la han llegado a perder a pesar de haber pagado los 120 CUC -divisa cubana- que cuestan porque no conseguían encontrar al titular del servicio, generalmente un extranjero con quien ya habían perdido el contacto», explicó ayer Yamilé, una empleada de Cubacel, la unidad pública de la que depende la telefonía móvil. La divisa cubana no tiene validez fuera de la isla, pero se cotiza veinticuatro veces más que el peso, la moneda nacional en la que cobran el salario la mayoría de los cubanos.

«Ya era hora»

«Ya era hora que pudiéramos tener teléfonos celulares. Hace falta que no sea demasiado caro para poder comprarlo y pagar las facturas mensuales. Yo gano 250 pesos -unos 10 euros- y con eso justo me daría para el mínimo exigido para mantener activa la línea, aunque claro que me gustaría tener uno», explicaba Lidia, quien dijo que acababa de graduarse como bailarina clásica. Actualmente el prepago ofrece tarjetas de 10, 20 y 50 CUC.

Esta disposición aperturista llega después de que el pasado 24 de febrero Raúl Castro asumió oficialmente la presidencia, que ya ejercía provisionalmente desde el 31 de julio de 2006 tras el alejamiento de su hermano Fidel a causa de una enfermedad de la que todavía convalece.

No es la primera medida, ya que desde el 1 de marzo las farmacias de la isla facilitan medicamentos recetados por cualquier médico del país y no sólo por el del barrio. El martes comenzará asimismo la venta libre de DVDs, ordenadores, vídeos, bicicletas eléctricas, microondas y alarmas de coches. Además, se ha descentralizado la atención a los agricultores, que pueden comprar en tiendas en divisas herramientas, abonos y materiales necesarios para el cultivo. Hasta ahora era el Estado quien se encargaba de la distribución, en ocasiones escasa.

En diciembre, Raúl Castro dijo que había un exceso de «prohibiciones y medidas legales que hacen más daño que beneficio» porque detrás de cada una de ellas había que buscar «un buen número de ilegalidades». En febrero adelantó que pronto comenzarían a eliminarse. Y así está siendo. Otra medida aperturista que podría adoptarse dentro de poco será la de permitir el hospedaje de cubanos en los hoteles destinados al turismo.