OBRA PÚBLICA. La remodelación de la A-8, a cargo de la firma. / EFE
Economia

La constructora Seop solicita la suspensión de pagos, víctima de la crisis del ladrillo

La compañía aduce que algunos de sus clientes no le pagan y que las entidades financieras han endurecido mucho sus exigencias

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La crisis que atraviesa el sector del ladrillo se ha cobrado su primer víctima de entidad. Ayer, la constructora Seop, que cuenta según sus datos con 1.000 empleados en toda España, presentó en un juzgado madrileño una solicitud voluntaria de concurso de acreedores, lo que antes se conocía como suspensión de pagos. La empresa, filial del grupo Silver Eagle, justificó su decisión en el impago por parte de sus acreedores de una cantidad de dinero que no quiso concretar así como en el endurecimiento de las condiciones que las entidades financieras.

Seop, que desarrolla actividades tanto del ámbito residencial como de la obra pública, no tiene dinero. Al menos de momento, según afirman fuentes de la empresa. La compañía subrayó que se ha decantado por el concurso de acreedores «con el objetivo de cumplir de forma ordenada con las obligaciones de pago con los proveedores, para garantizar el futuro empresarial de la sociedad, y por entender que ésta es la mejor solución ante una situación transitoria de falta de liquidez, como es la actual».

La noticia cayó como una bomba en Cantabria, pues la constructora es propietaria del 80,38% del Racing de Santander. Tanto los trabajadores de Seop como muchos de sus proveedores han comenzado a organizarse ante lo que muchos califican de «una muerte anunciada». Los empleados de las muchas obras y proyectos que maneja la constructora buscan amparo y consejo en los sindicatos mientras los segundos, menos organizados, acumulan facturas y contratos en un acopio de material documental que les sirva ante el tribunal.

La nueva víctima del parón inmobiliario (recientemente lo fueron Contsa y varias empresas del grupo Jafe; y apunto estuvo Habitat) cuenta con nueve delegaciones repartidas por todo el país. En 2006 -no hay cifras públicas posteriores- logró unos ingresos de 433 millones de euros que le permitieron apuntarse un beneficio neto de 6,56 millones. A esa fecha, la cartera de obra (los contratos firmados y dispuestos a desarrollar) sumaba 1.262 millones lo que le permitía, según la propia Seop, «tener asegurada la actividad durante los próximos años». Los proyectos de Seop se reparten al 88% en edificación residencial y al 12% restante en obra civil. La constructora es habitual colaborador de distintas administraciones como la madrileña o la central, que le adjudicó hace poco las obras de remodelación del aeropuerto de Santander.