Zapatero dice que el PP «pagará» en las urnas sus cuatro años de derecha clasista

Rodríguez Zapatero se mostró ayer convencido que el Partido Popular sufrirá un varapalo en los próximos comicios porque los electores le harán pagar en las urnas la dura oposición de «derecha clasista» durante esta legislatura. Ante 6.000 personas en Hospitalet de Llobregat, el candidato a La Moncloa, aunque se mostró seguro de la victoria, llamó a la movilización para que en los próximos años «no haya un solo retroceso».

El jefe del Ejecutivo estuvo acompañado por el Felipe González en el único mitin que ambos compartirán, a pesar de que el ex presidente tiene una agenda de campaña casi tan intensa como la de Rodríguez Zapatero. El candidato a la reelección, que comenzó su intervención felicitándose por la detención de los dos huidos del comando de la T-4, insistió ante un público entregado en que el 9 de marzo «a lo mejor lo que se rompe es el PP por toda la oposición que ha hecho».

El secretario general socialista, no obstante, huyó del triunfalismo y pidió a los votantes que acudan a las urnas porque ese día «se decide entre un gobierno de derechos, progreso y futuro y uno de derechas, con los camareros de antes y las costumbres de antes». «Se decide entre presente y pasado», apostilló Rodríguez Zapatero, que prometió «no cambiar nunca» ni hacerse de «derechas».

Compromisos

El líder del PSOE se proclamó adalid de una «España moderna, abierta, respetuosa con las diversidades, que representa también una ampliación de los derechos individuales y sociales». Todo ello, en contraste con el PP, que «todo lo que propone es retroceder y anular». Además, se comprometió seguir en este camino y crear una nueva ley «de igualdad de trato y de persecución contra la discriminación».

El presidente puso como ejemplo de la derecha que promueve el PP la inmigración y su concepción «clasista» de las políticas de extranjería, que el propio Rajoy ha ido desgranando en la precampaña. «Ha planteado toda una filosofía que pone al descubierto lo que tienen realmente en la cabeza», que no son actitudes de rechazo a los que vienen de fuera, «que a lo mejor también», sino un «clasismo comparable al que sienten por los trabajadores españoles.

El presidente Rodríguez Zapatero quiso agradecer públicamente la presencia de Felipe González. Alabó los «logros» de sus 14 años de Gobierno, le dio las gracias por su «apoyo» y le dedicó «la amplia victoria del 9 de marzo».

González les dijo a los populares «sin acritud» que confunden la firmeza con el «gesto agrio de Doña Cuaresma con bigote», y eso «no tiene nada que ver con la firmeza, más bien con la mala leche». Reprochó a los populares que critiquen a Zapatero porque sonríe, «porque no tiene el gesto arrollador de simpatía de Aznar», ironizó el ex presidente socialista ante un público entregado ante sus bromas. González subrayó que el PP «lleva su irresponsabilidad y radicalismo hasta el extremo de que Fraga esté preocupado de que el partido se esté yendo muy a la derecha». Indicó que no tiene «ninguna duda» de que los socialistas van a ganar en Cataluña, pero remarcó que lo importante es que ganen «por mucho para que repercuta en toda España».