Las raíces del éxito

Más de cinco décadas de trayectoria han convertido su nombre en un auténtico Rey Midas de la industria musical. Durante ese tiempo ha trabajado codo con codo con músicos como Frank Sinatra, Jacques Brel, Ray Charles, Count Basie, Duke Ellington, Paul Simon, Aretha Franklin y, sobre todo, un Michael Jackson que debe a sus producciones buena parte del impacto alcanzado con álbumes como el histórico Thriller (1982) que recientemente ha celebrado -reediciones especiales incluidas- su vigésimo quinto aniversario. Ha estampado su firma como compositor o productor, en una asociación cinematográfica y televisiva ligada a títulos del calado de En el calor de la noche (1967), A sangre fría (1967) o El color púrpura (1985) y a series como El show de Bill Cosby, Ironside o Raíces. Por no hablar de su liderazgo en proyectos de la repercusión de USA for Africa, materializado en la canción We are The World (1984) construida sobre la aportación de estrellas como Bob Dylan, Bruce Springsteen o el mismo Jackson.

Pero antes de tan aplaudido recorrido, surcado por más de veinticinco premios Grammy, Quincy Jones (Chicago; 1933) fue un brillante líder, arreglista y trompetista de jazz, formado en el grupo de Lionel Hampton y madurado en Europa. Tan prometedor arranque desembocó en la formación de una big band cuya armonía y dinámica insuflaron vibrantes aires a un formato entonces un tanto alicaído. Ahora, el reputado y recuperador sello Mosaic centra su atención en los mejores años de aquella gran banda de la mano de The Quincy Jones ABC/Mercury Big Band Sessions (Mosaic-Universal; 2008). Una caja de cinco CDs que agrupa, por vez primera, aquellos registros comprendidos entre sus primeros temas para el sello ABC-Paramount (septiembre de 1956) y los grabados en diciembre de 1964 para Limelight. En este intervalo se incrusta un palpitante itinerario, fijado en etiquetas del prestigio de Impulse! o Mercury, en las cuales la big band de Quincy Jones, antes arreglista y líder que compositor, dejó constancia de su elegancia y precisión. A ello contribuyeron nombres de la talla de Phil Woods, Art Farmer, Milt Jackson, Charles Mingus, Freddie Hubbard, Benny Golson, Art Blakey o Hank Jones, cuyas aportaciones quedaron acentuadas en álbumes como At Newport (1961), The Birth of a Band (1959) y, sobre todo, el sobresaliente This Is How I Feel About Jazz (1956), incluidos todos en esta atractiva integral.

Jones no sólo ostentó liderazgo artístico durante esa época de su vida sino que también alcanzó en 1961 el cargo de vicepresidente de Mercury Records. Una circunstancia que le llevó a ser el primer alto ejecutivo negro en el organigrama de una gran discográfica, además de actuar de puerta de entrada para muchos músicos de su raza en los estudios y discos del sello. Sólo dos años después de su nombramiento lograría un primer premio Grammy, gracias a un arreglo para Count Basie, que le abriría las puertas de fama y éxito, así como el posterior reconocimiento de colegas e industria mediante cuantiosos galardones. Sin embargo, no pocos seguimos creyendo que buena parte de sus más valiosas aportaciones a la música popular contemporánea se encuentran en las grabaciones contenidas en esta excelente caja.