Más allá de los desahucios de los bancos en San Fernando

A la hora de escuchar o leer la palabra desahucio, de manera inmediata viene a la mente un banco que le quita la casa a una familia que no puede pagarla como consecuencia de la crisis. Pero la realidad siempre es más complicada. Esta mañana la familia de Carolina Reguera ha tenido que abandonar la vivienda en la residía por la sentencia de un Juez. Los propietarios del piso habían iniciado el procedimiento judicial por impago, pero la disputa va más allá.

Carolina vivía con su pareja y dos menores en la casa. Sin empleo estable regenta un puesto en los mercadillos de segunda mano que se establecen en San Fernando y alrededores. Cada día sale adelante con lo que saca de su puesto.

Ante las dificultades económicas no siempre pudo hacer frente de manera completa a la cuota del piso de 350 euros, si bien cada mes ingresaba lo que podía. El problema surge cuando la vivienda acumula desperfectos y al pedir su arreglo no se llevan a cabo.

La situación del baño era insostenible ya que se había roto y no se podía utilizar. Es entonces cuando Carolina decide no abonar la mensualidad. En total la deuda asciende a más de 5.000 euros, motivo por el que se inició la tramitación del desahucio.

Carolina asegura que en varias ocasiones intentó llegar a algún tipo de acuerdo "pero fueron ellos los que no quisieron. El baño no se podía utilizar y ellos se negaron a acometer su reforma por lo que decidimos dejar de pagar".

Carolina recibió el apoyo del Círculo de Podemos en San Fernando que quiso dejar claro que no iban en contra de la decisión de los propietarios, sino de la actitud del Ayuntamiento ante la falta de voluntad para solucionar este tipo de situaciones. "Desde Servicios Sociales les dice que les ayudan si encuentran otro piso, pero les resulta imposible conseguir encontrar uno porque piden nóminas para garantizar los pagos", exponía uno de sus miembros.