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Sociedad

«Mi sombrero es un interruptor para pasar de persona a artista»

José Luis Figuereo Cantante de El BarrioEl gaditano se despide mañana de su tierra hasta 2015 con un concierto en la Plaza de Toros de El Puerto en el que presenta su último disco 'Espejos'

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Transmite serenidad en cada respuesta, su mirada encierra la experiencia de la lucha. Cuenta con un ejército fiel de barrieros que le dan su aliento en cada encrucijada. En el camino, detiene su mirada en los detalles, aliento de su inspiración abstracta. Enamora al volante y a los acordes del rock. Es en el juego de las dos caras de la moneda donde encuentra el refugio para el hombre humilde que es. 'El Selu' bajo su sombrero y José Luis Figuereo cuando se desnuda. El Barrio ofrece mañana, a partir de las 23 horas, en la Plaza de Toros de El Puerto, su último concierto en la provincia dentro de la gira de 'Espejos', antes de su despedida en Madrid, hasta 2015, fecha en la que promete volver para dar un salto en su carrera.

-El Barrio dice adiós a su tierra mañana con un concierto en la Plaza de Toros de El Puerto. ¿Qué ha preparado para esta cita tan especial?

-Voy con mucha ilusión porque actuar dentro de mi tierra me supone un reto y una alegría muy grande. Tengo ganas de compartir con gente de la Bahía todo lo que llevo vivido en esta gira de 'Espejos'. Habrá alguna sorpresa pero prefiero esperar hasta mañana para desvelarla.

-¿Cuál es el motivo de este parón en su carrera profesional?

-Tengo que parar porque me hace falta oxigenación en mis letras. Además, los tiempos no están para sacar adelante grandes montajes. Necesito avanzar en mi música.

-¿A qué va dedicar este tiempo de silencio?

-Sobre todo a componer. Quiero que mi vuelta en 2015 sea satisfactoria para todo el mundo. Me gustaría subir un escalón más en mi carrera . Llevo 18 años en carretera sacando discos sin parar. Es un trabajo mental muy grande, porque hacer discos que se vayan superando unos o otros cuesta mucho.

-La gira lleva el título de su último álbum 'Espejos'. ¿Qué le dice su reflejo tras más de una década sobre los escenarios?

- Me miro y veo al niño que quiso ser y que es. Veo a un hombre humilde que le gusta compartir todo lo que tiene con los suyos. No tengo enemigos y si existen, están en mi espalda y ahí permanecen.

-Este trabajo tiene un marcado carácter gaditano con temas como 'Andalucía', 'Imposible picha' o el 'Viejo verano'. ¿Cuál es el origen de estas canciones?

-Con 'Andalucía' vuelvo a encontrarme con las alegrías de Cádiz. Está dedicada a toda la provincia. El '¡Imposible picha!' es muy curioso. Trata sobre un hombre que intenta que una mujer le haga caso. Como soy de aquí, del Barrio de Santamaría quise darle ese toque gaditano. Pero sin duda, uno de los temas más especiales es el 'Viejo verano'. Es una canción que pasen los años que pasen me veré reflejado en ella. Toca la playa, el verano, la soledad. Es un tema nostálgico. Quien no ha tenido un amor de verano. Todo lo que suena a mar soy yo, pero también todo lo que eluda al campo.

-Sin duda, su sombrero lo hace único. ¿Es su amuleto?

-Es una seña de identidad para mis seguidores. Fue la casa de discos la que me lo impuso al principio de mi carrera en los año 90. Al principio me molestaba, pero luego me acostumbre y me di cuenta de que mi sombrero es un interruptor para pasar de la persona al artista. También me gusta desconectar y desprenderme del personaje. Es mi otro yo. Como soy géminis, tengo esa doble personalidad.

-Ha alcanzado el éxito con su voz, pero comenzó su vida artística con la guitarra. ¿Cuando decidió dejar el toque para ponerse delante del micrófono?

- El cambio fue por un tema económico. Ya tenía una edad y las peñas te llamaban para tocar de vez en cuando y no me llegaba el dinero. Fueron los mismos cantantes a los que acompaña al toque los que me animaron. Así que di el paso. Me costó mucho que las compañías y los medios apostaran por mi música, pero al final lo logré. Ahora puede venir el huracán más grande del mundo, que mi casa está hecha con cimientos.

-Si hace un balance de estos años, ¿cuál es la parte más amarga y la más dulce de su experiencia?

-El momento más duro fue al principio cuando los medios echaban para atrás mi música. La parte bonita es expresar y que mi público se vea iluminado con lo que hago. Y claro, la salud de los míos.