Una joven opositora se prepara para participar en uno de las pocos concursos de oposiciones que hay en la actualidad. :: ÁLVARO CABRERA
ANDALUCÍA

Miles de opositores se lanzan para conseguir una plaza de funcionario

Los preparadores aseguran que es un buen momento para opositar porque muchos aspirantes no están a la altura

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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Los opositores nadan en aguas revueltas. Después de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunciara la congelación de la oferta pública de empleo -excepto en las Fuerzas de seguridad del Estado y los servicios públicos básicos-, los aspirantes a profesores de Educación Secundaria y Formación Profesional se enteran esta semana del cambio de temario a cuatro meses del examen... si es que finalmente se celebra el concurso este año.

La incertidumbre planea sobre miles de ciudadanos andaluces que se preparan para conseguir una plaza de funcionario, más cotizada ahora que nunca. Aunque se han reducido considerablemente y han aumentado los candidatos, varios preparadores consultados por este periódico coinciden en que es un buen momento para estudiar oposiciones porque en algunos casos ha disminuido la ratio de aspirantes por puesto y un alto porcentaje de los que se inscriben en las ofertas no van preparados.

Además, con un mercado laboral «prácticamente paralizado», las dos salidas profesionales que existen en la actualidad «son el autoempleo o las oposiciones», como afirma el director gerente de las academias Keops Kefren, José Sierra. «Es difícil conseguir una plaza, pero la recompensa es la estabilidad que te proporciona», apunta.

«Está instalada la idea de que no se convocan oposiciones y eso hace que se presente una cuarta parte de los candidatos que lo hacían en los años del 'boom'», explica Jesús Ayala, director de la academia que lleva su nombre, que afirma que, a pesar de las medidas de recorte, en determinadas convocatorias como Bomberos o Policía Nacional «se tienen que seguir convocando». «La administración se puede permitir el lujo de que algunos servicios públicos se deterioren y, por ejemplo, se retrase la resolución de determinados trámites, pero no puede poner en peligro la seguridad ciudadana», añade.

En este sentido, aunque no se convocan plazas para Bomberos y Policía Local desde 2006 en algunas ciudades, en cualquier momento puede sonar la flauta, «porque existen vacantes que hay que cubrir», según Ayala. «Me consta que los bomberos están haciendo horas extraordinarias y no cubren los servicios», apunta Sierra. En este caso, además, hay que considerar las ofertas que salen en otras provincias, ya que el horario de trabajo permite desplazamientos sin provocar una ruptura familiar. «En Sevilla hay una convocatoria fuerte de Bomberos esta primavera, y como trabajan 24 horas y descansan tres días, pueden volver a casa con facilidad», apunta el director de la academia.

Las mejores opciones para quienes se planteen opositar son el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil porque va a seguir habiendo oferta pública, aunque más reducida. Es el análisis del director gerente de Keops Kefren, que recomienda no perder de vista a las corporaciones locales, donde la oferta se ha reducido en un 70 y 80% desde el comienzo de la crisis.

Efecto contagio

No obstante, Jesús Ayala advierte de que se está produciendo un 'efecto mimetismo' y que después de la decisión del Ejecutivo central, «parece que en determinados ayuntamientos y diputaciones no está muy bien visto convocar nuevas plazas». En todo caso, la oferta suele hacerse pública en los primeros meses del año.

En el caso de un chico con una edad comprendida entre los 20 y los 35 años, la mejor opción es Policía Nacional o Local. «La preparación es muy similar y puede optar a las dos», señala Sierra. Si el aspirante cuenta con formación universitaria, lo más recomendable es la enseñanza, aunque este año no habrá oposiciones para profesor de Educación Primaria y en Secundaria todavía no hay nada claro, ya que el Gobierno central ha mostrado su preferencia por retrasarlas hasta 2013 dentro de su política de ajuste presupuestario.

Para los licenciados en Derecho y Económicas, las oposiciones a inspector y subinspector de Hacienda pueden ser una buena oportunidad, ya que se libran de la congelación para intensificar la lucha contra el fraude, como subinspección de empleo.

El aumento de la competencia obliga a dedicarle más horas de estudio al temario. Para José Sierra, lo ideal es sentarse frente a los libros ocho horas al día durante uno o dos años antes de los exámenes. La preparación en una academia también es fundamental, sobre todo antes del primer intento, «ya que te facilita mucho el trabajo, con supuestos prácticos que no se encuentran en los libros». Además, estar en constante contacto con el grupo de opositores «es muy beneficioso». Precisamente el coste de una academia, que Ayala cifra en unos 80 euros mensuales, es uno de los motivos por los que la competencia no es tan dura como parece. «Muchas personas no se lo pueden permitir», dice.