Acto de la flotadura en Puerto Real del buque 'Kariña' en el verano de 2010. Su entrega se prevé para primeros de 2012. :: ANTONIO VÁZQUEZ
Ciudadanos

Venezuela piensa en la Bahía para la construcción de su octavo patrullero

El barco se iba a fabricar en el astillero caribeño de Dianca, pero las instalaciones no tienen capacidad

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El astillero de Puerto Real se viste hoy de gala para la ceremonia militar que tendrá lugar con motivo de la entrega a Venezuela del patrullero 'Yekuana'. Se trata del sexto buque que termina Navantia para la Armada venezolana. Quedan dos. En lo que va de año ha entregado cuatro ('Naiguatá', 'Guaiquerí', 'Warao' y 'Yekuana') y en 2010 culminó dos, el 'Guaicamacuto' y el 'Yavire'. El 'Yekuana', que se entrega esta tarde, forma parte del contrato suscrito en 2005 entre el Gobierno de Hugo Chávez y España para la construcción en la Bahía de Cádiz de siete barcos y un octavo, por medio transferencia tecnológica en el astillero caribeño de Dianca. Sin embargo, la construcción de este último buque en Venezuela trae de cabeza a los ingenieros de uno y otro país, ya que las instalaciones no tienen capacidad para absorber este tipo de proyectos. Venezuela y Navantia negocian ahora una fórmula mixta para sacar adelante el octavo barco sin perjuicios para ninguno. Mientras que la Armada está a favor de que el programa se complete en la Bahía de Cádiz, el Gobierno pone pegas y condiciones. Este periódico adelantó el pasado febrero las dificultades que había en Dianca para desarrollar la construcción del 'Tamanaco', nombre que llevará el barco. De hecho, la cúpula de la Armada venezolana transmitió a su presidente, Hugo Chávez, este contratiempo y la necesidad de culminar el programa en los astilleros de Cádiz. Todo apunta a que la decisión política inclinará la balanza en favor de Puerto Real y permitirá un año más de carga de trabajo en la Bahía.

El acuerdo suscrito con la Armada venezolana ha garantizado la estabilidad en los astilleros gaditanos durante los últimos cinco años con una inversión de 1.200 millones de euros, pero la carga de trabajo de este programa toca a su fin y no hay nuevos contratos a corto plazo que despejen los nubarrones que se ciernen sobre el sector de la construcción naval. Cuando Navantia firme la salida del 'Yekuana' solo quedará en el dique de Puerto Real un barco, el 'Kariña', que se entregará a Venezuela en el primer trimestre del año que viene. Los representantes sidndicales han denunciado que un 80% de la plantilla se encuentra parada y hay sectores, como el de corte de chapa, que lleva meses sin actividad.

La situación en el astillero de La Carraca, en San Fernando, tampoco es alentadora. Sus muelles están ocupados por dos Barcos de Acción Marítima (BAM), 'el Relámpago' y el 'Tornado', que encaran la recta final de su montaje. Navantia tiene prevista la entrega de ambos buques a la Armada española en 2012.

La compañía aguarda con impaciencia la firma del segundo programa de los BAM que anunció el Gobierno de Zapatero, pero que todavía no se ha cerrado su entrada en producción. El Ministerio de Defensa dio luz verde a la construcción de cinco nuevos barcos de acción marítima con la intención de iniciar su producción final de año. La decisión está tomada y ratificada en Consejo de Ministros pero la orden de ejecución aún no ha llegado. Tres de los cinco nuevos barcos son muy similares a los BAM que se han construido en San Fernando, pero dos de ellos tienen importantes cambios. La Armada ha modificado sus estructuras para hacerlos más versátiles en tareas logísticas de buceo y oceanográficas. Esta modificación ha originado un tira y afloja para su contratación, debido a un aumento de los costes. En cualquier caso, la entrada en producción no será hasta primavera.

Navantia también aguarda con incertidumbre la resolución de los concursos públicos donde ha presentado su oferta. Uno de los más importantes es el de Brasil, donde el Gobierno tiene previsto renovar su flota y encargar once barcos: cinco fragatas, cinco patrulleros y un buque logístico. Este contrato se resolverá la próxima primavera. Durante los últimos meses han sido frecuentes los contactos entre España y Brasil. Una misión comercial, encabezada por el secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez, y el propio consejero delegado de Navantia, Luis Cacho, viajaron a primeros de año a Río de Janeiro para formalizar la oferta. Los brasileños devolvieron la visita el pasado noviembre. Así, el vicealmirante Francisco Portella y el Agregado de Defensa de Brasil, el capitán de navío Newton de Almeida recorrieron los astilleros de Puerto Real y San Fernando, así como la sección de ingeniería FABA, en La Carraca. Los militares prestaron especial atención a los patrulleros que se construyen en la Bahía para Venezuela. Supervisaron en Puerto Real el 'Yekuana', que se entrega hoy.

Australia es el cliente preferencial de la compañía. Navantia construye para este país en Ferrol dos portaaernonaves, similares al 'Juan Carlos I', y tres destructores, que se desarrollan por transferencia tecnológica. Un suculento contrato de 2.500 millones de euros que se ha complementado ahora con la adjudicación a Navantia de la construcción de doce lanchas de desembarco, que se hará en San Fernando.

Apogeo de las reparaciones

El panorama de la construcción naval, sin ningún contrato firmado, choca con el área de mantenimiento y reparaciones, donde la actividad es mucho mayor. La planta de Cádiz ha entrado por la puerta grande en la reforma de cruceros. Así, el astillero gaditano acaba de culminar con éxito la remodelación del 'Splendour of the Seas', de la compañía Royal Caribbean. Navantia ha asegurado con este operador turístico carga de trabajo para el año que viene con la reparación de otros cuatro cruceros. Mientras tanto, sigue el goteo de barcos que entran en el dique gaditano para inspecciones rutinarias. Pese a todo, la plantilla aclara que se trata de actuaciones muy puntuales, es decir, una carga de trabajo a corto plazo que no sirve para garantizar la estabilidad del astillero. Navantia afronta a partir de ahora su etapa más dura desde que se creó en 2004 tras la reconversión de Izar.