La ministra de Cultura contempla junto al delegado de la Junta en Cádiz, Manuel Jiménez Barrios, algunas de las imágenes de la muestra inaugural. :: MIGUEL GÓMEZ
CULTURA

La Casa Pinillos abre al fin sus puertas

La ministra Ángeles González Sinde inaugura con un sencillo acto el edificio que amplía el Museo Provincial y que se dedicará el año próximo a la conmemoración del 1812

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Por fin. Con la entrada de una puntual, tranquila y discreta Ángeles González Sinde (todos los ojos se fijaron de inmediato en sus zapatos a cuadros) daba por terminada la espera e iniciada la andadura del edificio destinado a la ampliación del Museo Provincial de Cádiz. La Casa Pinillos, ese inmueble construido a caballo entre el XVII y el XVIII en la trasera del convento de Nuestra Señora de los Remedios, en el 6 de la plaza Mina, testigo de la gloria del Cádiz que controlaba el comercio con las Indias, ya está de nuevo abierto al público. Y lo hace precisamente con esa pretensión, traer a la actualidad ese pasado mejor y recordar las formas de vida de la burguesía mercantil gaditana que propició el periodo de mayor desarrollo de la ciudad.

El mar, siempre el mar, «aunque sea a través de las paredes de esta casa», como recordó la titular de Cultura durante su discurso, en un acto en el que estuvo acompañada por los consejeros de Gobernación y Cultura, Francisco Menacho y Paulino Plata; la delegada provincial de Cultura, Yolanda Peinado, y el director del Museo, Juan Alonso de la Sierra, entre otras muchas autoridades.

En las intervenciones, ni una palabra que excusara el retraso de esta apertura, prevista inicialmente para finales del pasado mes de abril. Cuando se anunció esa fecha se presentaron todos los detalles de la rehabilitación encargada al arquitecto Francisco Reina Fernández Trujillo, así como las primeras actividades programadas para la puesta en marcha de este anexo. Como se dijo, una exposición sobre el legado fotográfico del corredor de comercio gaditano Ramón Muñoz Blanco adquirida por Cultura en 2009 y titulada 'Cádiz, la ciudad entre dos siglos (1895-1950)' es la primera en presidir algunas de las salas del museo. Completan la muestra varias imágenes tomadas por el estudio de Jean Laurent y Cia.

Y como también entonces se dejó entrever, no hay aún día y mes fijados para acometer de forma definitiva el proyecto de musealización permanente, que será dotado con un presupuesto de 1,5 millones de euros (los trabajos de rehabilitación han supuesto un coste de algo más de cuatro millones de euros) y que también ha sido diseñado por Reina. Bajo el título Cádiz y ultramar. La burguesía mercantil gaditana', se destacarán aspectos significativos del ámbito doméstico burgués y su relación con el espacio urbano, el mundo de los negocios marítimos, la vida familiar y social o la cultura durante la Edad Moderna y primera etapa de la Edad Contemporánea.

Los fenicios y José I

El Doce está a la vuelta de la esquina y, por tanto, la licitación de esta fase urge si se quiere llegar a tiempo a la efeméride. Con o sin contenido permanente, el Bicentenario estará muy presente en las paredes del inmueble que testó en 2005 Carmen Martínez Pinillos al Museo de Cádiz y que aceptó el Ministerio a comienzos de 2006. El presidente del Consorcio para la Conmemoración del Bicentenario y consejero de Gobernación, Francisco Menacho, adelantó que esta conmemoración va a centrar todo el contenido de la Casa Pinillos desde finales de este 2011 y durante todo el 2012. Lo hará a través de dos exposiciones, 'Viajes de José I a España' y 'La presencia de Cádiz en la historia de España' (esta última realizará un recorrido desde el asentamiento fenicio hasta el Absolutismo y la posterior Guerra de la Independencia). «También en los años futuros este nuevo espacio contará con un papel fundamental en la cultura de Cádiz capital. El Bicentenario trajo un aire de libertad, y no hay nada más libre como la cultura», recordó Menacho.

En la línea habitual de los discursos de apertura -los asistentes al menos se ahorraron el aburrido corte de cinta- los consejeros hicieron hincapié en la «gran» tarde que se vivió ayer en la ciudad de Cádiz. «Podemos felicitarnos todos -insistió el responsable andaluz de Cultura- por esta apertura. Va a ser la primera casa burguesa que se pueda ver de forma íntegra. Se han respetado la fachada, el patio, el piso principal, la zona noble y la torre mirador. Todo el edificio es un símbolo del esplendor de Cádiz en el siglo XVIII y de toda esa actividad comercial y social que sentó las bases de la actual ciudad», resumió Paulino Plata.

Lo que no atinó a establecer el consejero es el calendario de las futuras ampliaciones del Museo Provincial, que se harán a cuenta de la Escuela de Arte y de la Casa de las Artes. En el caso del inmueble inaugurado, Plata insistió en que «el propio edificio tiene interés para la interpretación de la ciudad cosmopolita que fue Cádiz, esta ampliación es muy singular y un ejemplo de cómo se deben hacer las cosas».

En su panegírico a la Casa Pinillos, la ministra González Sinde recurrió a las palabras del arquitecto genovés Leon Battista Alberti. «La ciudad es una casa grande, como Cádiz», comenzó. «Tengo el privilegio de añadir al patrimonio cultural de esta ciudad un nuevo edificio. Éste no es un núcleo urbano al uso. Su actividad marina puso a Cádiz en el ojo de Colón. Durante el XVIII la burguesía mercantil, revolucionaria y liberal, de la que formaba parte la familia Pinillos, propició el nacimiento de la Constitución. Por esta razón no hay mejor uso para esta casa que la de ponerse al servicio de la conmemoración». Y como de Albertis iba su alocución, así como de la importancia del mar para esta ciudad trimilenaria, la responsable de la cartera de Cultura terminó: «Hoy las puertas de esta ciudad están más abiertas que nunca para buscar lo que fue Cádiz. Y también para mirar al mar, aunque sea entre las paredes de una casa, y en esta, sin duda, está».

Intervención arquitectónica

La propuesta del arquitecto Francisco Reina Fernández-Trujillo ha tenido como objetivo la puesta en valor de la casa burguesa original. Como recordó Plata, se han respetado los elementos más importantes del edificio y se ha actuado especialmente en el área de servicio que se disponía en torno a un pequeño patio secundario situado en el extremo norte del inmueble. En esta zona se ha creado un nuevo núcleo de escaleras y ascensores. Sin duda lo más llamativo de la rehabilitación es la planta superior y la azotea, concebidos como espacios privilegiados para la estancia y visión del entorno urbano.