Ciudadanos

La juventud, el patrimonio y el clero como grandes retos

Rafael Zornoza Boy asumirá a partir de octubre un cargo de obispo desde el que tendrá que fomentar un conjunto de áreas

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Dedicación plena y absoluta a los jóvenes. Ese es uno de los grandes pilares de la vocación pastoral de Rafael Zornoza Boy, nuevo obispo de Cádiz y Ceuta. Y precisamente esa será una de las áreas que el nuevo prelado tendrá que asumir en su nueva andadura en la Diócesis. En un contexto de crisis generalizada de fe, Zornoza tendrá que continuar la labor iniciada por Antonio Ceballos en favor de los jóvenes. Un trabajo que redundará en el incremento de las vocaciones religiosas, escasas a nivel español, aceptables a nivel gaditano.

Pero los grandes retos que se abren ante el obispo auxiliar de Getafe son aquellas áreas que duermen el sueño de los justos en el Obispado de Cádiz. De hecho existen secretariados como el de familia o el de Hermandades que no se renuevan desde hace años (en algunos casos desde la etapa del obispo Antonio Dorado). La gestión económica y patrimonial es la que recibe más críticas, tanto desde el punto de vista externo como interno. La situación económica de la Iglesia de Cádiz es complicada con una Diócesis de recursos muy limitados que obligan a hacer verdaderos malabares financieros. En el caso del patrimonio, el Obispado se enfrenta a una cantidad ingente de bienes inmuebles y muebles que necesitan una conservación. Y en algunos casos, como el de la Pastora, la restauración se hace realmente urgente. Zornoza tendrá que salvar del olvido proyectos que duermen por falta de financiación, como el destino de los solares que le otorga el último Plan General de Ordenación Urbana.

El clero y su unidad es otro de los asuntos que se llevarán tiempo y esfuerzo de la gestión del obispo madrileño de 62 años. Una labor ya comenzada por Ceballos con el Sínodo del año 2000 pero que exige de un mayor esfuerzo en los próximos años, principalmente para fomentar su unidad. En algunas parroquias tendrá que acabar con los privilegios que los propios párrocos se han autoasignado o buscar a sacerdotes capaces de acabar con la crisis de feligresía de ciertos templos.

En cualquier caso, es de suponer que el nuevo prelado optará por la prudencia en los primeros tiempos de su venida. El procedimiento habitual es que Zornoza espere a hacerse con el conocimiento y control de la Diócesis para perfilar un Obispado a su medida. Será a partir de nuevos nombramientos o la ratificación de cargos ya existentes. Pero eso ya es otra historia.