Rumores planetarios: de Javier Marías a Sara Carbonero

De entrada, un aviso: si las ternas de favoritos que cada año copan las especulaciones de los periodistas en la jornada previa a la entrega del Premio Planeta tuvieran la más mínima fiabilidad, Elvira Lindo, Almudena Grandes y Ángeles Mastreta lucirían ya el galardón en las vitrinas de casa. Sus nombres se repiten machaconamente año tras año, con motivo o sin motivo, anden o no con novela fresca en el mercado, encajen o no el perfil (variable) de los agraciados. La troupe se dedica a lanzar bulos, a cual más inverosímil, y luego disfruta sondeando su repercusión. Por puro deporte. Por seguir el juego. Por simple diversión. A la editorial, ese protocolo oficioso de finalistas absurdos y quinielas imposibles, no deja de beneficiarle. Se trata de un plus publicitario que no tiene precio.

En 2009, uno de los habituales a la cita tuvo la ocurrencia de preguntar por las opciones de Risto Mejide y cuentan que el azote televisivo, pillado a contrapié, llegó a plantearse que alguien hubiera presentado un original con su nombre. En 2010, el rumor más chirriante lo ha protagonizado la presentadora Sara Carbonero. En rueda de prensa se interrogó al jurado sobre si había algún autor entre los 'seleccionados' que respondiera a las siglas 'S.C.', y la broma fue suficiente incentivo como para entretener las tertulias durante toda la tarde. Un conocido crítico, veterano en estas lides, solventó la cuestión así: «Sara Carbonero tiene las mismas posibilidades de ganar que su novio».

Especulaciones surrealistas aparte, hay tres nombres que han vuelto a centrar la a atención de la prensa. El más serio, Javier Marías. El escritor madrileño anunció hace unos años que le daría una tregua a la ficción para dedicarse de lleno al articulismo y al ensayo. Lleva sin publicar una novela desde que en 2007 cerrara la trilogía de 'Tu rostro mañana' con 'Veneno, sombra y adiós'. Su regreso bien puede valer los 600.000 euros que adornan el Planeta. Entre sus puntos a favor: es una firma conocida y con prestigio. Entre sus puntos en contra: está en el catálogo de Alfaguara, y aunque las fronteras del mundo editorial son mucho más permeables ahora que hace unos años (los premios a Pombo y Millás así lo acreditan), no sería un 'trasvase' fácil.

El segundo con opciones más o menos fiables es Javier Sierra. Se trata de un escritor de la casa que, con 'La cena secreta', traducida a 40 países, arrasó en las librerías. No publica una novela desde entonces, aunque se ha mantenido 'activo' con la reedición de 'La dama azul', algún ensayo sobre esoterismo, historia y ciencia heterodoxa y, sobre todo, con sus apariciones televisivas, que garantizan un extra de notoriedad muy valorada en estas convocatorias.

El tercero, aunque quizá se ajusta al perfil por poco, es Andrés Neuman. Joven, de amplio currículum y trayectoria ascendente, el principal argumento en su contra es que ganó el Alfaguara en 2009 por 'El Viajero del siglo'. A su favor: la crítica lo considera un valor seguro que, no obstante, aún tiene que romper en el mercado.

Sobre las opciones de Elvira Lindo queda poquito por decir. Resultaría muy complicado (aunque todo es posible), que una escritora que continúa en plena promoción de 'Lo que me queda por vivir' (también en Alfaguara), y que este mismo año presentó una nueva entrega de su Manolito Gafotas, se embarque ahora en una aventura planetaria. Además de prolífica, debería de conciliar los compromisos con su editorial de cabecera y los que implica ganar el Premio con mayor dotación económica de España.

En la terna de candidatos al primer o segundo puesto también han aparecido la sevillana Eva Díaz Pérez (la mayoría de sus títulos se han publicado bajo el paraguas de la Fundación Lara), que logró ser finalista del Nadal con 'El Club de la Memoria', y el gaditano Félix J. Palma, que consiguió el Ateneo de Sevilla con 'El Mapa del Tiempo', una de las grandes sorpresas editoriales de la última temporada.