DE ZORRILLA A LA MAREA

LA COÑETA CALETERA

El joven aficionado que apareció en un partido del Mundial con la camiseta del Cádiz tiene 3.000 fans en Facebook

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Dicen que una coñeta caletera adivinará los resultados del Cádiz de la próxima temporada. Dos cubos de playa con manjares coñeteros en su interior simularán el espectáculo montado por el pulpo Pool en el Mundial. Será una de las principales atracciones del Centro Subacuático del Balneario de la Palma que romperá todas sus previsiones de visita para el próximo año. Fuera de bromas, lo cierto es que el fútbol hace olvidar las penas, aunque se sufra hasta el final, como ocurre con el Cádiz, que ese sí que mueve montañas. A pocos lectores les sonará el nombre de Mauricio Jiménez, un joven gaditano que en solo una semana tiene más de 3.000 fans en Factbook por aparecer en una fotografía de un periódico nacional con la camiseta del Cádiz entre miles de aficionados de España, en uno de los partidos del Mundial de Sudáfrica. Hay una gaditana que lo apoya desde la India e incluso otros que, repartidos por el mundo, le preguntan en qué división juega ahora el equipo gaditano, aunque parece no importarles porque, como dicen, con «el Cádiz hasta la muerte». Mauricio tenía previsto asistir el viernes al Festival Pijota, un encuentro musical que cada año cosecha más éxito y que ya se ha convertido en un referente del verano gaditano. Allí lo esperaban como un héroe de guerra. Ese Cádiz..esto es Cádiz y así es el fútbol. Desde mi ventana cuento hasta diez banderas de España colgadas en los balcones y desde temprano hay niños en la calle con la camiseta roja que no se quitarán hasta hoy domingo (escribo el sábado bien temprano). Los alquileres de televisiones planas se han disparado y no hay bar o chiringuito que no cuelgue el cartel de «aquí la final del Mundial». En estos momentos echo de menos a Naranjito, la mascota del 82. Ni siquiera recuerdo cómo quedó España en ese Mundial, pero sí la euforia que vivíamos los más jóvenes de entonces por reunirnos y gritar gol. No había tanto merchandising y pintábamos las banderas en cartulinas blancas con mensajes de ánimo para los jugadores como si éstos lo fuesen a leer a través de la 1, que era la que había. Y nada de plasma, el televisor de toda la vida que cuando dejaba de funcionar lo vaciabas para que sirviera de portal de Belén en las navidades. Pese a las diferencias tecnológicas, la sentimental, aquella que hace que tras un gol abracemos al de al lado como si fuese un hermano, sin apenas conocerlo, es la que mueve el fútbol. No sé si ganaremos, los pulpos también se equivocan, pero en nuestro recuerdo siempre quedará el domingo de la final del Mundial, aquel día esperado, hoy mismo, 11de julio, como aquel Naranjito del 82 o la amiga de la India que pregunta en qué división juega el Cádiz. Da igual, quedará lo vivido, esos momentos en los que olvidas la hipoteca, el lumbago, la crisis y hasta el calor.Ese soñar que no cuesta nada, será para siempre. ¡Viva la coñeta caletera! y por qué no, a por ellos. Lo siento por Johan Van, un holandés gaditano que hoy tendrá el corazón partío en el patio del colegio San Felipe Neri, donde va a instalarse una gran pantalla para seguir el encuentro. Pero España tiene que ganar, una alegría para el cuerpo no nos viene mal, por eso hoy no hablaré de política, no merece la pena perder el tiempo.