Ciudadanos

Denuncia a su vecino al ver cómo trataba de ahorcar a su perro

El propietario del can fue arrestado en Arcos por maltrato animal y la mascota pudo ser liberada antes de que muriera

ARCOS. Actualizado: Guardar
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«La colaboración ciudadana ha sido esencial para descubrir el delito e iniciar la actuación policial. Es de agradecer que exista esta concienciación». Cierta la afirmación del concejal de Seguridad Ciudadana de Arcos, Fernando Mancheño, ya que una llamada a la Policía Local permitió poner fin al calvario que estaba viviendo un perro en una finca de Arcos.

Este testigo esencial descubrió el pasado lunes cómo su vecino trataba de ahorcar a su perro de una viga. Su aviso permitió que una patrulla se personara de inmediato en la finca de la persona denunciada y llegara a tiempo para descolgar al animal, al que su propietario le había puesto un collar con pinchos que le había producido graves heridas. Las mismas fuentes municipales confirmaron a este medio que no se trata de una raza de caza como el galgo, sino una mascota común a la que su dueño le había reservado un cruel final.

Galgos muertos

Los galgos son una especie castigada especialmente por este tipo de maltrato. En reiteradas ocasiones, la Federación de Asociaciones de Protección Animal (FAPA) han denunciado cómo al finalizar la temporada de caza más de 50.000 canes mueren de forma violenta en el país a manos de cazadores que se desentienden de los perros. En más de una ocasión, el Seprona ha descubierto galgos ahorcados o quemados.

El dueño del can liberado fue arrestado por un presunto delito de maltrato animal. Tras quedar a disposición de la Guardia Civil, los agentes le tomaron manifestación y quedó en libertad a la espera de ser citado por el juez. El actual Código Penal castiga con penas inferiores este delito, que desde distintos colectivos han reclamado que se revise para frenar las agresiones que sufren los animales. Así, el detenido se enfrenta a una pena que oscila entre los tres meses y el año de prisión.

Esta provincia puede ser pionera en esta materia porque en un juzgado de Puerto Real se ha instruido el primer procedimiento contra una perrera por sacrificar de forma masiva perros y gatos mediante un procedimiento muy doloroso, pero que resultaba más económico como era la aplicación de un potente paralizante muscular.