Armadura para los sistemas de combate de las fragatas. :: ÓSCAR CHAMORRO
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El latido de un buque de guerra

Navantia refuerza así su posición en el negocio con la implantación de la última tecnología La unidad de FABA, en La Isla, crea un dispositivo naval que integra los sistemas de control y defensa

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Cuando la Armada española reciba de forma oficial el buque de guerra 'Juan Carlos I', la compañía Navantia podrá respirar con más tranquilidad al comprobar que pone a flote a su joya de la corona. La construcción de este barco comenzó en 2005 y está en fase de pruebas desde mediados del año pasado. Se trata de un Buque de Proyección Estratégica (BPE) que permitirá el transporte de 1.500 militares y hará las veces de portaviones y plataforma para helicópteros.

Navantia ha construido este barco en el astillero gallego de El Ferrol. Podría ser un buque de guerra más, pero es el mayor de España y la tecnología que lleva en sus tripas lo hacen único. La Armada australiana ha anunciado la compra de dos modelos, mientras que los gobiernos de Bélgica y Noruega no descartan a corto plazo incluir este tipo de nave en su flota.

El interés que ha despertado este barco radica especialmente en el desarrollo tecnológico que incorpora para su funcionamiento y combate. La Unidad de Sistemas FABA del astillero gaditano de La Carraca, en San Fernando, es la clave en este proyecto que supone un antes y un después en la industria naval-militar de España. Los ingenieros han logrado unificar todos los sistemas de mando, control y defensa. El cerebro y el corazón del barco funcionan por primera vez de forma integrada. Hasta ahora, los sistemas de control del buque eran unidades diferenciadas y separadas. Así, el primer ensayo que se hizo con la integración de los sistemas fue en la fragata F-100, donde se combinaron las plataformas submarinas con las antiaéreas. El salto cualitativo que ha dado la ingeniería naval en este aspecto, desarrollada en San Fernando, permite un abaratamiento de costes en mantenimiento, además de la posibilidad de comercializar a terceros con patente propia. Además, la sección de Ciclo de Vida de Navantia permite seguir incorporando en el tiempo nueva tecnología a los barcos. Es mantener al día a la flota.

La compañía es capaz de fabricar el casco del buque y, al mismo tiempo, dotarlo de armamento y tecnología punta. Antes, la compañía dependía de otros países y de subcontratas para sacar adelante la producción. Esta misma tecnología se aplica en los submarinos S80 que se construyen en Cartagena.

El máximo responsable de Sistemas y Ciclo de Vida, Alfredo Gordo, reconoce que este avance en el diseño y en la tecnología han situado a Navantia en una posición líder en el mercado. Las expectativas de negocio, por tanto, suben peldaños y la compañía aventaja a sus grandes competidores en la construcción de barcos. De esta forma, Navantia entra en el elenco de Estados Unidos, Francia y Alemania.

Para conseguir esta posición dominante y de referencia en la industria naval han sido necesarios veinte años de trabajo, investigación y desarrollo en las naves isleñas de La Carraca . Todo empezó a finales de los ochenta cuando se decidió colocar el centro tecnológico de la compañía en la antigua sede de Artillería de Bazán. Hoy, aquel incipiente proyecto de investigación se encuentra en su tercera generación y con el horizonte puesto en la cuarta, es decir, conseguir que la unificación de los sistemas de control y defensa sean aplicables a todo el conjunto de una flota para actuar en red. Ahora, esa integración de los sistemas es sólo para unidades separadas.

Este periódico ha accedido a la zona donde se desarrolla el proceso de ingeniería para dotar a los barcos de la Armada de los últimos avances técnicos. Se trata de un área restringida en la que, por vez primera, se permite la entrada a un medio de comunicación. Las instalaciones del astillero de La Carraca concentran tres zonas diferenciadas en función de su actividad. Por un lado se encuentran los muelles y naves de construcción naval, que albergan en estos momentos el montaje de los barcos de acción marítima (BAM) encargados por laArmada Española. A un lado, está situada la Unidad de Sistemas FABA, un complejo tecnológico en el que trabajan 326 personas, de las que el 70% son ingenieros. Al otro lado están situadas las dependencias de la Armada.

La fisonomía de las naves de FABA no guarda relación alguna con los tradicionales y aparatosos hangares de los astilleros, donde se corta chapa y en los que se mueven toneladas de acero para ensamblar las piezas del barco. La unidad de producción de los sistemas la forman la línea de control, la de dirección de tiro, y una tercera pata que es la de control de plataformas. La unificación pasa por el denominado Scomba, un sistema de combate desarrollado por Navantia que ha sido capaz de integrar en una misma consola todo el control técnico y de defensa del barco. Este mismo sistema operativo se aplicará en el 'Cantabria', Buque de Aprovisionamiento en Combate (BAC), que se construye en el astillero de Puerto Real, y se montará igualmente en los barcos de acción marítima (BAM) que se construyen en La Carraca.

También se ha desarrollado en las instalaciones gaditanas el programa de dirección de tiro Skydor, que es un sistema de vigilancia y seguimiento para antiaéreos.

Alfredo Gordo considera que el desarrollo mejora el posicionamiento de Navantia en los últimos contratos a los que se ha presentado sobre construcción naval. Así hay ofertas en Suráfrica, Australia, Quatar, Malasia, Tailandia y lo último son el concurso de fragatas para Turquía y submarinos para la India. Antes de final de año, la compañía naval debe recibir respuesta a alguna de sus solicitudes para la firma de algún contrato y ampliar con ello su carga de trabajo. En los astilleros gaditanos, está garantizada hasta 2012.