Y después de una larga espera... a las 20.52 al fin luz verde

Llegó el momento y la hora. Día importante para Cádiz, para el Gobierno de España y para el primer conductor que consiguió cruzar el ansiado umbral del segundo puente. La luna aparecía ante la mirada atónita de todos los que esperaban pasar por la infraestructura con el sol como testigo.

Finalmente, tras largas horas de espera, a las 20.52 horas exactamente, la luz verde indicaba acceso libre y el segundo puente se abría al tráfico, y era en ese justo momento, cuando el primer vehículo procedente de la avenida de las Cortes de Cádiz rozaba el cielo al alcanzar la esperada meta, como si de una competición se tratase. Con señal de victoria, el conductor se mostraba orgulloso de haber sido el primer ciudadano de a pie en cruzar el mediático puente.

No cabe duda que quien la sigue la consigue y entre aplausos, expectación y euforia, la fila de coches iba accediendo sin prisa y con calma con dirección a Puerto Real, que tal y como comentaban algunos motoristas a su vuelta, «está a dos pasos». Desde la otra dirección con destino Cádiz, los coches comenzaban a divisarse aproximadamente unos cinco minutos después de que partieran los de la capital.

Del mismo modo que durante la jornada matutina, el frontal del centro comercial volvía a llenarse de expectación y ganas por ver algo, aunque fuesen vehículos accediendo en masa. La espera ha sido larga, más aún para los que se hallaban merodeando por la zona durante varias horas: primero la grúa que seguía trabajando, luego la llegada de los cuerpos de seguridad y finalmente los últimos retoques a los semáforos que finalmente serían los que darían luz verde a la caravana del nuevo puente.

Por su parte, los motoristas también hicieron su penitencia de espera y aguardaban durante toda la tarde en fila india, porque a juicio de la mayoría de estos, merecía la pena. Expectantes y deseosos de ver cualquier movimiento que sonase a apertura, se amontonaban provocando, finalmente que los agentes de la Policía Local tuviesen que desviarlos a seguir dando vueltas como el resto de vehículos.

El colapso de tráfico fue palpable y comentado por todos los asistentes, sobre todo en la zona de la avenida de la Bahía y la de las Cortes de Cádiz, que quedaba reducida a un solo carril. Vuelta tras vuelta sobre el mismo eje, los gaditanos esperaban ansiosos que el acceso se abriera y todos pudieran recorrer, en su vehículo, el segundo puente más alto del mundo.

Por otra parte, el toque anecdótico lo pusieron algunos viandantes que comentaban la jornada y aseguraban: «Yo no pienso cruzarlo porque como se descontrole la cosa van a llegar los coches hasta el Corte Inglés», exclamaba un señor a su paso por los alrededores, sin detenerse. Y es que, es lógico que un hecho histórico de tales características dé lugar a que haya opiniones para todos los gustos.

Cabe resaltar que una vez finalizado el acto institucional, los operarios siguieron trabajando a destajo para que, tal y como se había anunciado, la apertura al tráfico fuera una realidad para todos los gaditanos que se habían quedado decepcionados con el impacto de la mañana y que pudieron contrarrestar el sabor agridulce con la alegría de haber cruzado un puente histórico.

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