Dos rumanos acusados de violar a una prostituta se enfrentan a 20 años de prisión

Acababa de amanecer cuando C. D, después de pasar la noche del sábado de marcha en los bares de la Punta de San Felipe, en la capital gaditana, buscó los servicios de una prostituta. Ella, confiada en que aquel hombre de 30 años le pagaría. Lo acompañó hasta el espigón, un lugar poco transitado y oculto a las miradas. Sin embargo, cuando llegaron, él le dijo que no llevaba dinero, pero que un amigo se lo acercaría. Le volvió a mentir.

La Fiscalía de Cádiz acusa a C. D. y a su a amigo, V. M. -los dos de nacionalidad rumana-, de haber violado a esta mujer hasta en tres ocasiones aquella mañana, por lo que pide que sean encarcelados durante veinte años como castigo.

Según recuerda el fiscal en su escrito, antes de agredirla sexualmente, en el interior de una caseta, la golpearon, la arrojaron al suelo, tiraron del pelo y amenazaron con no dejarla marchar a menos que accediera a tener relaciones sexuales con ambos. «Aprovechando un descuido» la mujer logró escapar y llamó a la Policía, que la trasladó al Hospital Puerta del Mar.

Los hechos tuvieron lugar en 1999, pero la celebración del juicio se ha demorado diez años hasta llegar a la Audiencia Provincial. La vista está señalada para el lunes, aunque uno de los acusados -V. M.- probablemente no acuda, ya que está en paradero desconocido. La larga demora de la instrucción podría ser planteada por el abogado defensor como atenuante. Aunque, el acusado se enfrenta a la friolera de 20 años de cárcel -solicitados por el fiscal- por dos delitos de agresión sexual. Uno de ellos, con el agravante de haber sido cometido por dos personas.