Error sobre error

El reconocimiento por parte del ministro Fernández Bermejo de la inoportunidad de la cacería en la que participó junto al juez Baltasar Garzón, en coincidencia con la operación judicial contra la trama de corrupción que está salpicando a cargos del PP, supone la admisión forzosa de un error que algunos representantes de su partido ya le habían reprochado. No obstante, Bermejo acompañó su leve autocrítica de tantas circunstancias atenuantes y explicaciones sobre su discutible proceder que dio la impresión de no terminar de interiorizar la responsabilidad institucional que le compete en la evitación de circunstancias poco decorosas como la que le llevaron a compartir una jornada de caza con un juez que instruye una causa que afecta a la principal fuerza de la oposición. Y con un coste económico por añadidura que, aun cuando lo asumiera el ministro de su propio bolsillo, chirría con el ejemplo de austeridad que requiere la gestión pública.