LABORATORIO. Equipo del profesor Macías de la Universidad de Cádiz que investiga las cualidades del aloe vera. / LA VOZ
Sociedad

Jale y la UCA venderán en los supermercados andaluces hojas de aloe vera para comer

El gel de estas plantas que se distribuirán a partir de otoño se puede cocinar en postres, zumos o ensaladas

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De la pedanía jerezana de Torrecera al carro del supermercado. Si desde hace años las etiquetas de geles, cremas y detergentes están llenan referencias al aloe vera, pronto, la ya conocida como planta milagrosa, estará también en la nevera, al lado de pepinos o calabacines. Su beneficioso gel podrá servirse en ricas ensaladas, batidos, zumos o postres, entre otros platos.

La empresa gaditana Aloe del Sur S.L. (filial del Grupo Jale) junto a la compañía Kenectia y la Universidad de Cádiz (UCA) distribuirán en otoño por todas las grandes superficies de Andalucía hojas frescas de aloe vera para comer. Las llamarán Aloe fresh -marca ya registrada- y las comercializarán envueltas en papel transparente -como otras verduras- al que pegarán una etiqueta informativa sobre las propiedades, garantías, caducidad y algunas recomendaciones para el consumo de la planta.

Se estima que su precio pueda rondar los cinco euros el kilo y que su distribución se amplíe a toda España después de probar si funciona en Andalucía. Aloe del Sur S. L. tiene la explotación más grande de la península con 24.000 plantas madre que producen, aproximadamente al año 350.000 hijuelos del vegetal.

Esta curiosa iniciativa parte del trabajo de investigación que lleva tiempo desarrollando el equipo que dirige el vicerrector y catedrático de Química Orgánica de la UCA, Francisco Antonio Macías. Junto a su grupo de Aleopatía asumió el reto que desde la empresa le propusieron para «poner cara química» a esa planta de la que todo el mundo hablaba maravillas. El proyecto fue creciendo según avanzaban los estudios. «Lo analizamos en dos vertientes-explica Macías- por un lado, su lado agroalimentario (por el que desembarcarán pronto en los mercados) y por otro, su perfil farmacológico, de gran interés.

El gel del aloe (la parte comestible que cubre la corteza verde) no tiene sabor. La idea de comercializarlo viene por tanto de las valiosas propiedades que posee el vegetal. «Es un alimento alto en proteínas, oligoelementos, carbohidratos y otros componentes beneficiosos para la salud». Como indica el científico, el aloe está recomendado por ejemplo para las mujeres que padecen la menopausia por su alto potencial en calcio. Además, sus efectos también se han probado para contener hemorragias (por el hierro que contiene), o para evitar los casos de estreñimientos debido a la fibra que posee.

En la nevera

Para cocinarlo se le desprende la piel a la hoja y se obtiene así el gel que tiene en su interior que es lo comestible ya que la piel es demasiado amarga. «El gel se puede tomar directamente o bien como ingrediente de ensaladas, cóctels, zumos, postres, etc», cuenta el investigador. «Es recomendable para dietas equilibradas, bajas en calorías y de alto poder nutritivo». Para prepararlo no es necesario hervirlo aunque, como otros platos del mercado, se puede servir a gusto del consumidor.

Al margen de esta novedosa utilidad en la cocina, aloe fresh también se distribuirá para uso tópico como ya se comercializa en algunas parafarmacias debido a sus poderes en la cicatrización de heridas y sus cualidades para calmar quemaduras.

Pero este ambicioso proyecto va más allá ya que los científicos quieren que en 2012 llegue a las farmacias Aloe plus o Algo más que aloe, nombre con el que ya han bautizado a un nuevo medicamento que aún está en proceso de investigación y análisis.

Se indagan ahora sus cualidades inmunoestimuladoras. «Debido a componentes como el veracyl o el glucano B, puede ser un producto paliativo para enfermos que reciben terapias agresivas como la quimioterapia en el caso del cáncer», comenta Macías. «Les ayudaría en su recuperación ya que además el gel les despierta las ganas de comer».

«Esto es un mundo por descubrir», afirma el experto. Una mina de oro que quizá nunca se hubiera pensado que saldría de una planta fea, similar al cactus que crece en zonas secas sin excesivos cuidados. De una hoja de tres años, salen hasta cinco litros de gel. Todo un negocio por delante.

malmagro@lavozdigital.es