EJERCICIO. Hugo Chávez anda en bicicleta por la localidad de Miranda, donde grabó su programa 'Aló, presidente'. / REUTERS
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Chávez se rebela contra las FARC

El líder venezolano dice que «la guerra de guerrillas pasó a la historia» y reclama la liberación de todos los secuestrados «a cambio de nada»

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Hugo Chávez no deja de sorprender. El domingo por la tarde -madrugada de ayer en España- lo volvió a hacer al pedir, en su primer mensaje público a Alfonso Cano, el nuevo jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la liberación de los secuestrados «a cambio de nada» y que consideren que la lucha guerrillera ya «está fuera de orden y pasó a la historia».

«Nosotros, y yo en lo personal, no justificamos, nunca lo haría, tener en la montaña a un grupo de gente. Creo que llegó la hora de que las FARC liberen a todos los retenidos. Sería un gran gesto, a cambio de nada. Así lo planteo ahora que hay un nuevo jefe del secretariado general», reclamó el mandatario venezolano durante su programa dominical 'Aló, presidente'.

El líder bolivariano, que hasta hace muy poco empeñaba su reputación al pedir a su homólogo colombiano, Álvaro Uribe, y a la comunidad internacional que reconocieran el estatuto de combatiente del grupo armado marxista-leninista fundado en 1964, cambió por completo su discurso. «La guerra de guerrillas pasó a la historia... y ustedes en las FARC deben saber una cosa: que se han convertido en una excusa del imperio (Estados Unidos), para amenazarnos a todos nosotros», afirmó Chávez.

Como era de esperar, el Gobierno de Colombia, no sin algún recelo, dijo confiar en que la intención del mandatario caribeño vaya más allá de las palabras. «Ojalá que se traduzca en hechos. Nuestro objetivo fundamental y estratégico es que nuestros vecinos colaboren en la lucha contra el terrorismo», declaró ayer el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos.

Mientras, las autoridades de Bogotá siguen adelante con su política de cercar militarmente a las guerrillas: ayer anunciaban que el Ejército localizó a Keith Stansell, Thomas Howes y Marc Gonsalves, los tres especialistas estadounidenses secuestrados en 2003, en una de las márgenes del río Apaporis, pero no pudieron rescatarles porque efectivos de las fuerzas rebeldes los trasladaron rápidamente.

Santos apuntó que, a juzgar por las declaraciones de Chávez, a quien desde luego no tiene en gran estima dados los ataques que le ha lanzado, «podemos sentirnos tranquilos y reanudar las relaciones en buen ánimo y para beneficio de los dos pueblos. Si eso (la petición de Chávez) es verdad y da frutos, es una muy buena noticia», añadió el ministro.

También organismos de derechos humanos y agrupaciones de familiares de los secuestrados se mostraron esperanzados de poder negociar una salida para la liberación de los 44 'canjeables' y de otros 700 rehenes que la guerrilla mantiene en cautividad. «Representa un giro de 180 grados en la política del presidente de Venezuela», valoró la responsable de la ONG Control Ciudadano, Rocío San Miguel.

Familiares confiados

Después de un parón más que angustioso, las familias de los cautivos volvieron a recobrar la confianza con las palabras de Chávez. El ex rehén Luis Eladio Pérez aseguró tener informes de que la guerrilla reanudará en los próximos días las liberaciones unilaterales, interrumpidas el 1 de marzo después del bombardeo del campamento en Ecuador en el que murió el 'número dos' de las FARC, Raúl Reyes.

Tras el mensaje del líder populista, Patricia Medina, compañera de Stansell, no ocultó su incipiente optimismo. «Creo que ese llamamiento sí puede hacerse realidad porque antes de la muerte de Reyes sé que las FARC estaban muy interesadas en iniciar un diálogo para liberar a los secuestrados. Ahora, al parecer, se están restableciendo las conversaciones».

En este sentido, el titular de Interior y Justicia colombiano, Carlos Holguín, confirmó ayer que el periodista Carlos Lozano, director del semanario 'Voz', y el ex ministro Álvaro Leyva cuentan desde mayo con su autorización «para buscar contactos y adelantar gestiones humanitarias». Según Lozano, una vez «conocida la muerte de Manuel Marulanda convinimos en tomar contacto con el nuevo jefe de las FARC, que como se sabe es Alfonso Cano (...) y puedo decir que todo va por buen camino».

El periodista y experto en la guerrilla explicó que la comunicación había sido «discreta y prudente», e insistió en esa actitud: «No me atrevo a ir más allá de que ya hay un contacto abierto, pero sí les puedo asegurar que todo va por buen camino y existen vías de comunicación abiertas». De cualquier forma, Lozano pidió no excluir la ayuda de nadie en ese importante cometido, ni a personas -como la senadora Piedad Córdoba, investigada por sus presuntos vínculos ilegales con las FARC- ni a gobiernos como el de Hugo Chávez. No se debe olvidar que ambos consiguieron con su mediación que la guerrilla liberase a seis rehenes a principios de año.