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La Bahía, año uno tras Delphi

El primer aniversario del anuncio de cierre de la fábrica de componentes de automoción se cumple hoy mientras sus ex trabajadores se forman para trabajar en las empresas que ya se están instalando

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El anuncio de cierre de la factoría de componentes de automoción que la multinacional Delphi tenía en Puerto Real cumple hoy un año. Mucho ha sucedido en estos doce meses. La expresión acuñada en estas páginas por el economista Fernando Moreno cinco días más tarde sobre la transformación de la crisis en una oportunidad se convirtió en el discurso recurrente de la Junta de Andalucía sobre la resolución de este conflicto. La percepción de la plantilla sobre la situación actual es que la oportunidad anunciada por el Gobierno autonómico comienza a convertirse en algo más que una declaración de intenciones. Los trabajadores se están formando dentro del proceso de recolocación al que se comprometió la Junta y las empresas comienzan a llegar.

LA PLANTILLA

Los cursos y las prejubilaciones

El colectivo de afectados por el cierre de Delphi asciende a 1.902 trabajadores. El número de empleados directos de la fábrica a 31 de julio de 2007 -fecha en la que se certifica el cierre de las instalaciones- era de 1.522. Los asalariados que formaban parte de la industria auxiliar y que pasaron a engrosar el grupo de trabajadores que se beneficiarían del proceso de recolocación puesto en marcha por la Administración autonómica eran 167, aunque la Comisión de Seguimiento de Delphi -que reúne a la Junta y a los cuatro sindicatos que tenían representación en el comité de empresa de la factoría- añadió cuatro más el 18 de febrero, por lo que suman un total de 171. El último colectivo en incorporarse al conjunto de afectados que participarían en la recolocación prometida por el Gobierno autonómico fueron los trabajadores eventuales. Las negociaciones se prolongaron durante cinco meses hasta que, poco antes de Navidad, la Junta y los sindicatos aprobaron el censo definitivo de eventuales, que incluyó a 209 empleados discontinuos.

A mediados de noviembre comenzó el periodo formativo del proceso de recolocación, que se lleva a cabo en los principales núcleos urbanos de la Bahía y que desarrolla la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo, adscrita a la Consejería de Empleo. Los casi dos millares de trabajadores del metal volvieron a clase. Una característica especial de estos módulos de formación es que, por cada día de asistencia, el trabajador percibe de la Junta una beca para cubrir gastos de transporte de 15 euros para los que perciban el máximo de prestaciones por desempleo o de 20 euros para los que no lleguen a este tope.

Los cursos se dividieron en tres grandes bloques. El primero concluyó a final de enero. En estos primeros meses recibieron lecciones de inglés, informática básica, prevención de riesgos laborales y educación medioambiental, entre otras cuestiones. En este primer bloque surgieron críticas entre los afectados; un grupo de ellos recriminaron que los cursos no alcanzaban las expectativas que tenían puestas en ellos.

Con febrero se inició la segunda fase del proceso de formación previo a la recolocación. Durante tres meses se abordarán todo tipo de cuestiones relacionadas con el trabajo en el sector industrial: inglés técnico, interpretación de planos, procesos de producción, máquinas y herramientas, electricidad, electrónica, mecánica básica y automatización industrial son algunos de los módulos que se impartirán hasta el 30 de abril. A partir de mayo dará comienzo la formación específica, que responderá a las necesidades previamente estipuladas por cada una de las empresas que contratarán a los trabajadores de este colectivo.

Sin embargo, no todos los afectados por el cierre de la factoría acabarán la formación ni serán recolocados. Alrededor de 150 de ellos podrán acogerse a las prejubilaciones acordadas por sindicatos y Junta de Andalucía. Para ello deberán contar con 53 o más años a 31 de diciembre de 2007. Uno de los requisitos impuestos por la Administración es que los trabajadores aporten una parte de la indemnización recibida de Delphi por el cierre a lo que será su plan de pensiones y que se calcula en función de la edad. Si se tiene la edad mínima, ésta será del 40%. Por cada año más que tenga el trabajador, la aportación se reduce en dos puntos porcentuales.De esta forma, quien cuente con 54 años tendría que entregar un 38% de la indemnización recibida. El salario anual de garantía se estableció en 21.615 euros brutos anuales. Con una deducción del 12% por IRPF, se percibirían 12 mensualidades de 1.585 euros netos.

LA REINDUSTRIALIZACIÓN

'Bahía Competitiva' y el plan ministerial

Las administraciones central y autonómica han puesto en marcha sendos planes de actuación con el objetivo de fortalecer la industria de la Bahía y, por ende, la economía y el empleo. La Junta inició sus promesas de implantación de nuevas empresas al mismo tiempo que en las calles se producían manifestaciones, se llevaba a cabo una huelga general y cuando aún no se había certificado el cierre de la fábrica. Lo que comenzó como un compromiso de instalación de nuevas industrias por parte de la Junta, se convirtió en el plan Bahía Competitiva, a cuya realización el Parlamento andaluz instó al Gobierno autonómico.

Su programa prevé inversiones por más de 1.592 millones de euros. Se divide en dos secciones; la primera se dedica a iniciativas destinadas a «dar respuesta específica a la situación generada por el cierre» y proporcionar una salida laboral a sus afectados. Una de las actuaciones más relevantes es el capítulo por el que se destinan 120 millones como dotación de incentivos para promover la instalación de proyectos industriales en la Bahía. El segundo bloque del plan, que se prolongará hasta 2013, comprende el Programa General de Actuaciones con el que se deberán modernizar las infraestructuras de la zona.

Sin embargo, muchas de las actuaciones indicadas en este plan de emergencia ya estaban previstas, tales como la mejora de la red viaria, la modernización de transportes -incluido el tranvía de Chiclana a Cádiz-, el impulso de actividades náutico-deportivas y el parque de Las Aletas. Estas cuatro actuaciones suman 779,8 millones de euros, el 60% del presupuesto del plan andaluz. La iniciativa autonómica cuenta como una de sus actuaciones con los incentivos puestos en marcha por el Ministerio de Industria, 100 millones en ayudas para fomentar la reindustrialización de la Bahía y la mejora de sus infraestructuras. Estos préstamos reembolsables (a la iniciativa privada) y subvenciones a fondo perdido (para las propuestas de carácter público) ya se han concedido en su primera convocatoria -este programa continuará en vigor hasta el año 2013, en el que se dejan de recibir las ayudas de la Unión Europea-.

EL FUTURO

Las empresas

Las compañías llamadas a mejorar el tejido industrial de la Bahía y anunciadas por la Junta como las que paliarán los efectos provocados por el cierre de Delphi son ocho. Se trata del consorcio aeronáutico que formarán próximamente las sociedades Ficosa, Alcor y Sacesa y que se ubicará en lo que fueron las instalaciones de la factoría de la multinacional. Esta nueva firma de este floreciente sector aspira a convertirse en uno de los principales contratistas que trabajarán para la planta que Airbus tiene en Puerto Real a escasos metros de la fábrica de Delphi. En un principio, se estima que esta compañía genere 400 puestos de trabajo que en unos años serían 1.200.

A ésta se añaden Genesis Solar, Sadiel, Gadir Biodiésel, Gadir Solar, Diesel Energy, Aeroblade y TerraSun. Tres de estas empresas ya se han instalado o han iniciado la construcción de sus instalaciones. La primera en empezar a funcionar fue la informática Sadiel, que desembarcó en el parque TecnoBahía en noviembre y que realiza nuevas contrataciones constantemente. En esta fábrica de programas de ordenador a la carta trabajarán 400 empleados en tres años.

Gadir Biodiésel puso recientemente la primera piedra de sus instalaciones en el Bajo de la Cabezuela y Gadir Solar se ubicará próximamente en el polígono El Trocadero. La primera lleva aparejada otra empresa que se localizará en Jerez, un parque en el que se criarán microalgas de las que se extraerá el aceite que servirá de base para el biocombustible. Entre las tres crearán 300 empleos directos y otros 200 indirectos.

Genesis Solar, por su parte, trabaja desde hace meses en su instalación en El Puerto. Fabricará paneles fotovoltaicos con la misma tecnología que utilizará Gadir Solar y creará 210 empleos. TerraSun que fabricará el mismo producto, pero con una tecnología distinta denominada holográfica. Ya se ha instalado en TecnoBahía y generará 150 puestos en dos años que serán 270 en cinco. Diesel Energy se instalará en el Bajo de la Cabezuela, fabricará biocombustibles a partir de aceites vegetales y dará trabajo a 40 gaditanos. Esta sociedad está participada en un 45% por de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).

La fabricante de palas de aerogeneradores Aeroblade creará 473 puestos en dos años, aunque aún no ha decidido su emplazamiento final. Esta firma pertenece al grupo empresarial de Aernnova, cuya sede central se encuentra en Vitoria (Álava). Tiene presencia en distintos puntos de España, así como en los EE UU, México y Brasil. Y también en la Bahía de Cádiz. Su filial Intec Air se encuentra instalada en el recinto interior de Zona Franca, donde trabaja para el sector aeronáutico -principal rama de negocio de Aernnova- las partes metálicas de los aviones. En un principio comenzarán a fabricar las palas con fibra de vidrio, aunque más adelante continuarán la producción en fibra de carbono. Estas palas tendrán una longitud de 30 metros, más de diez pisos de altura.

jlopez@lavozdigital.es