Más de 2.500 familias aspiran a entrar en el sorteo de 23 viviendas protegidas en Cádiz

Una media de 500 personas cada día han recogido ya la documentación para optar a una de las 23 viviendas protegidas que sorteará la Oficina de Rehabilitación en la ciudad. Se trata de la primera promoción de pisos protegidos que realiza este departamento de Obras Públicas y de ahí el aluvión de solicitudes.

Y es que el precio de estas casas puede suponer una ganga para los estándares de Cádiz capital. Un piso de 48 metros cuadrados útiles, con dos dormitorios, saldrá por menos de 50.000 euros. Si se tiene en cuenta que en el mercado libre una vivienda de nueva planta de dos habitaciones no se encuentra por menos de 200.000 euros, la diferencia es notable. Por hacer una comparación real: un piso antiguo, en una finca de más de 30 años, en Puntales, se puede llegar a vender por esos mismos 200.000 euros. Y con algunos metros menos.

Eso explica que el pasado día 22, por ejemplo, 500 personas se acercaran a pedir la documentación y que al día siguiente fueran 600 y el tercer día, 700. El pasado viernes, la demanda se estabilizó y bajó a 400, según datos de la Oficina de Rehabilitación, mientras que el lunes fueron unas 250 personas.

No quiere decir que estas 2.500 personas puedan acceder al sorteo, ya que existen unas condiciones de renta, edad -deberán ser menores de 35 años- y circunstancias familiares.

Las viviendas están situadas en Teniente Andújar, 12; Obispo Urquinaona, 6 y Botica, 6-8.

Las de Teniente Andújar -el único de los tres edificios que ya está terminado- está destinado al régimen general, es decir, pueden optar a ella todos aquellos que cobren por debajo de 4,5 veces el IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples), aunque se primará a los que tengan rentas más bajas. En esta finca de Santa María, rehabilitada por la constructora Sanrocón, van 11 viviendas, justo al lado de la plaza de la Merced y de una pequeña zona de juegos para niños.

En cambio, a los pisos de Botica y Obispo Urquinaona sólo podrán optar aquellos que estén por debajo de 2,5 veces el IPREM, porque son del llamado régimen especial. Ocho de estas viviendas irán en Botica y el resto, cuatro, en Obispo Urquinaona.

Estos dos inmuebles están aún en proceso de rehabilitación, aunque fuentes de la Junta aseguran que está muy avanzado.

En cuanto al reparto por cupos, se decidió que más de la mitad de las viviendas, 14 en concreto, fueran para personas con cargas familiares. De estas, dos serán de tres habitaciones y el resto, pisos de dos dormitorios.

Además, se han reservado otras siete casas para personas sin cargas familiares: dos de una habitación y el resto de dos cuartos.

Y por último, también hay un cupo para familias monoparentales: dos pisos de dos habitaciones cada uno.

Recogida y entrega

Las solicitudes se pueden recoger en las asociaciones de vecinos y en la Oficina de Rehabilitación de la Junta, aunque sólo podrán entregarse en el organismo oficial.

Los requisitos básicos son presentar la declaración de la renta y una copia de la inscripción en el padrón municipal y el plazo para entregar las solicitudes expira el 24 de marzo.

En un principio se pensó también dejar un grupo de viviendas -unas cinco- para personas que hubieran vivido en el casco antiguo y quisieran retornar a él, aunque luego se desechó esta posibilidad.

Osorio, la siguiente

Después de esta, la siguiente promoción que sacará la Junta serán las viviendas para jóvenes en régimen de alquiler con opción a compra en Osorio (barrio de San Juan). Una opción igual a la que tiene Procasa, «sólo que nosotros esperamos a que las viviendas estén construidas», señalaron fuentes de la Oficina de Rehabilitación. Actualmente se ha presentado ya el proyecto básico modificado, ya que se tuvo que reformar después de que se adquiriera una nueva finca, San Juan, 18, para completar la promoción.

Serán unas 55 viviendas y un número similar de aparcamientos, además de una serie de locales que vendrán como «agua de mayo» puesto que la zona padece un gran déficit comercial.

El sistema de compra, en este caso de Osorio, será que la vivienda se ofrecerá en venta a sus ocupantes a los cinco años de haber entrado a vivir, aunque se tomará el precio de los diez años desde su construcción. El inquilino no tendrá que dar una entrada y se le descontará del precio final el 50% de lo que ha pagado en concepto de alquiler.

mcaballero@lavozdigital.es