
Luis sigue la estela de Sáez, Clemente y Camacho
Desde la cita de 1992 en Dinamarca, España siempre ha ocupado un lugar entre las dieciséis mejores de Europa
Actualizado: GuardarA falta de un partido y tras una fase de clasificación en la que ha ido de menos a más, la selección española cumplió el objetivo de acceder a su cuarta Eurocopa consecutiva. Desde que con Vicente Miera el combinado nacional fracasó en el camino hacia el Europeo que organizó Suecia y ganó Dinamarca en 1992, España no ha fallado y siempre ha ocupado un lugar entre las 16 mejores del Viejo Continente.
De la mano del hasta hace poco muy cuestionado Luis Aragonés, el equipo español luchará el verano próximo en el certamen que organizarán Austria y Suiza con el objetivo de mejorar los registros conseguidos en las últimas ediciones por Javier Clemente, José Antonio Camacho e Iñaki Sáez, y alcanzar al menos las semifinales.
Con el técnico baracaldés, la selección completó un buen campeonato en Inglaterra'96, pero no pudo superar a los anfitriones en el cruce de cuartos. Cuajó un partido excelente pero empató a cero y cayó en los penaltis. Antes, en Leeds, había igualado a uno con Bulgaria y Francia, y derrotado por 2-1 a Rumania.
En el certamen celebrado cuatro años después en Bélgica y Holanda, el combinado del técnico ciezano también se quedó en puertas de luchar por los puestos de honor. Comenzó con un varapalo ante Noruega, en Rotterdam, por un error que le costó el puesto a Molina, pero luego venció a Eslovenia (2-1) y a Yugoslavia (4-3), gracias a Alfonso, y se metió en cuartos. De nuevo, en esa ronda históricamente maldita, España hincó la rodilla después de perder 2-1 ante la gran Francia de Zidane. Fue un duelo de Brujas donde Raúl falló un penalti decisivo en el último minuto.
Fracaso hace cuatro años con Sáez en Portugal, ya que España no superó ni siquiera la primera fase. Arrancó bien, con un triunfo en Faro ante Rusia (1-0), pero luego empató con Grecia en Oporto (1-1) y no pudo con los anfitriones en Lisboa (0-1). Un desastre maquillado luego por el hecho de que helenos y lusos fueron los finalistas.
De las diez ediciones en que España accedió a la fase final -no lo consiguió en 1972 ni en el reseñado año mágico de los Juegos de Barcelona-, sólo ganó el título del 64, merced a los goles de Pereda y Marcelino en la final del Bernabéu ante le URSS (2-1), y fue subcampeona en Francia'84, donde los galos acabaron con los sueños del equipo de Miguel Muñoz en el Parque de los Príncipes de París (2-0). Aquél primer gol de Platini en lanzamiento de golpe franco aún le duele a Arconada, uno de los mejores porteros de la historia. Salvo esas excepciones, el listón de cuartos resultó infranqueable.