Economia

Uno de cada seis concesionarios ha cerrado en España desde el inicio de la crisis

La facturación ha descendido casi a la mitad desde 2007, y en la actualidad el 65% de los puntos de venta registra pérdidas

MADRID. Actualizado: Guardar
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El pasado miércoles la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) anunció la apertura de siete expedientes sancionadores que afectan a buena parte de las marcas automovilísticas que operan en España. El supervisor acusa a las redes comerciales de las firmas de formar un cártel, mediante la fijación de precios y condiciones comerciales, así como el intercambio de información sensible. Marcas, distribuidores, concesionarios (más de cien) e incluso consultoras especializadas en el automóvil están bajo la lupa de la CNC. Si la fase de instrucción confirma la existencia de estas práctica anticompetitivas, los actores implicados se exponen a fuertes sanciones, que pueden llegar hasta al 10%del volumen de negocios total.

Sería un golpe casi fatal para un negocio, el de los concesionarios, que está pagando un alto precio por el hundimiento del mercado automovilístico, que en seis años ha pasado de unas ventas de más de 1.600.000 unidades, a las 699.000 del pasado ejercicio. En 2007, año precrisis, el número de concesionarios oficiales registrado en España (independientes, filiales de marca, o de la red secundaria) era de 6.817. Por el camino se han quedado 1.150, según datos de la patronal Faconatuto. Eso quiere decir que desde entonces uno de cada seis puntos de venta ha tenido que echar la persiana, con la pérdida de casi 50.000 puestos de trabajo.

«Yo ya dije en su día que no había sitio para todos. Nos enfrentamos a una problemática grave, porque las estructuras de los concesionarios son muy grandes, que vienen impuestas por las marcas, aunque lógicamente son aceptadas por los dueños de las concesiones. Y cuando el mercado cae en las proporciones en las que lo está haciendo, pues pasa lo que pasa», apunta Jaume Roura, presidente de Faconauto.

Entre 2007 y 2012 los concesionarios se enfrentaron a una caída brutal de su volumen de facturación, que casi se ha reducido a la mitad (de 41.957 millones de euros a 22.135).La posventa (recambios y taller) ha evitado que ese hundimiento fuera más dramático, ya que el desplome de las ventas ha resultado ser aún mayor: si en 2007 cada concesionario vendía de media 375 unidades, cinco años más tarde esa cifra caía a 135.

Pero también esta área de negocio empieza a mostrar signos de debilidad. Es una secuencia lógica: el descenso de ventas acaba por traducirse, tiempo más tarde, en una caída de la actividad de taller y recambios. «A ello hay que añadir el hecho de que cada vez los modelos son más fiables, y tienen menos necesidad de pasar por el taller», recuerda Roura. También influye el envejecimiento del parque automovilístico. En contra de lo que en general se cree, los coches viejos -y más aún, claro está, en el actual contexto de crisis- no acuden con más asiduidad al taller. Ante el cercano fin de la vida útil de sus automóviles, muchos propietarios optan por no gastar en costosas reparaciones.

Al cierre del primer trimestre de este año, la posventa aportaba a los concesionarios el 60% de su rentabilidad (un 44% los recambios y un 16% el taller), cuando hace un año era del 65%, según un estudio de la asociación nacional de vendedores de vehículos a motor, reparación y recambios (Ganvam). «El momento crítico en el que se encuentran las concesiones se percibe por la caída en la actividad de posventa, que afecta en primera instancia y con más fuerza al taller mecánico, que es más sensible a la caída del mercado. Y al ser el taller propio el mejor cliente del departamento de recambios, el siguiente departamento que se ve perjudicado ese este», reza el estudio.

Situación «límite»

El análisis de Ganvam concluye además que las pérdidas acumuladas en el primer trimestre del año arrojan una cifra del -1,5%de rentabilidad sobre la facturación total del negocio. Es decir, que los concesionarios están perdiendo dinero. Según el estudio, el 65% de los puntos de venta presentaban números rojos a cierre de 2012. Existen además provincias, como Huelva, en las que todos sus concesionarios arrojan pérdidas. Por el contrario, en otros territorios como Álava, Albacete, Alicante, Baleares, Vizcaya o Valencia, el porcentaje de establecimientos que pierden dinero está por debajo del 50%.

«Nos encontramos en una situación límite», advierte Juan Antonio Sánchez Torres, presidente de Ganvam. «Hay un problema añadido, que es el de la falta de circulante, porque el crédito está cerrado. Y los empresarios tienen que vender lo que pueden, y como pueden, para evitar echar el cierre», añade. Un sombrío panorama «solo paliado por la sensibilidad del actual Gobierno y los sucesivos planes PIVE -con ayudas directas al cambio de automóvil- que ha puesto en marcha», apostilla.