La presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género del CGPJ, Inmaculada Montalbán, en un hotel de Sevilla. :: MARÍA AGUILAR
ANDALUCÍA

«La reforma del Código Penal es una vuelta atrás en la lucha contra la violencia de género»

Inmaculada Montalbán. Presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género y vocal del Consejo General del Poder Judicial«La Ley de Tasas supone privatizar la justicia, crea una justicia para ricos y no es el camino para disminuir los litigios»

SEVILLA. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Inmaculada Montalbán (Iznalloz, Granada, 1960) empezó a trabajar con mujeres maltratadas hace 26 años en un juzgado de Almería, cuando la violencia machista era algo ajeno a la preocupación de los políticos. Junto con otras pioneras del Instituto de la Mujer, entre ellas la malagueña Carmen Olmedo, a la que recuerda con admiración, contribuyó como jueza a situar en la agenda pública el problema y soluciones. Desde 2008 es vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), donde preside el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género y la Comisión de Igualdad. Medalla de Andalucía en 2012, autora de varios libros y experta internacional en la materia, es también la primera magistrada andaluza en el máximo órgano de poder de los jueces, donde el género femenino es minoritario.

-¿A qué se debe que en el ámbito judicial haya tan pocas mujeres con puestos de responsabilidad?

- En la actualidad la carrera judicial tiene un amplio componente femenino, supone el 49% del total de jueces y magistrados. Pero nos encontramos infra representadas en los ámbitos de decisión. Hay que decir que en el actual mandato del Consejo del Poder Judicial se estableció conseguir una mayor presencia de mujeres en los cargos más representativos, pero lo cierto es que apenas hemos avanzado. Esto es un problema que se da en todos los ámbitos, universidades, sanitario..., donde siguen funcionando los mecanismos de auto selección de los hombres para altos cargos.

-¿Qué solución propone?

-En esto tengo que declararme totalmente a favor de las cuotas. Sin cuotas no avanzamos por muy buena voluntad que queramos poner en nuestras políticas, porque a la hora de la verdad funcionan los mecanismos de auto selección masculina.

- En Andalucía contamos con listas cremallera, pero hay políticas que se quejan incluso de que tampoco garantizan la igualdad.

- Cierto que se han observado algunos efectos negativos, por ejemplo en algunas listas electorales vemos cómo las mujeres cambian con más frecuencia que los hombres. Hay un efecto de intercambiabilidad, parece que las mujeres somos todas fungibles y sustituibles, pero sin embargo ellos no, ellos se mantienen. Sin embargo yo creo que es una medida necesaria a pesar de estos efectos. Lo que hay que hacer es evaluarla, pero mantenerla.

-¿La crisis está devolviendo la invisibilidad a la mujer?

-La historia nos cuenta que los primeros en caer son los avances de los derechos de las mujeres. Garantizar la presencia de las mujeres también corre riesgos.

- Un informe de la Junta sobre impacto de género alertaba de que ha bajado la presencia de mujeres en ayuntamientos y parlamentos tras las últimas elecciones respecto a anteriores. ¿Le consta?

- Yo creo que venimos de una época especialmente fructífera que se tradujo en la ley de Igualdad del año 2007 y en la Ley de Violencia de Género, pero en los momentos actuales yo estoy preocupada porque las políticas de igualdad se diluyen, no se están evaluando y corremos el riesgo de perder bastante de lo conseguido. Una vez más nos encontramos con el interrogante de si es que los derechos de las mujeres solo es si se nos dan, es decir, si son graciables, cuando en realidad no son graciables. Al cumplirse cinco años de la aplicación de la Ley de Igualdad realizamos un balance dentro del Consejo, analizando sentencias, y hemos podido comprobar que se ha avanzado en algunas líneas como es el ámbito de la protección de la maternidad frente a decisiones arbitrarias de despido, pero hay otras muchas áreas donde hay que seguir trabajando.

-Por ejemplo...

-Por ejemplo los informes de impacto de género que deben acompañar a las leyes. Nos encontramos con algunos informes que parecen una broma, que se limitan a dos líneas. Pongo un ejemplo: la Ley de Tasas llevaba un informe de impacto de género de apenas tres líneas, que es estereotipado, sin embargo está claro que la Ley de Tasas va a impactar de forma negativa en el sector femenino.

-¿Por qué?

-Porque las mujeres víctimas de malos tratos que quieran separarse tendrán que pagar una tasa en el proceso de separación o divorcio. Eso es un impacto negativo y los informes que están llamados a detectarlo no lo dicen.

-Pero el ministro de Justicia ha dicho que las víctimas de violencia machista quedarán exentas de pago cuando se apruebe la ley de justicia gratuita.

-Yo lo que veo es que la ley entró en vigor en noviembre. Hoy todavía no se ha aprobado ninguna ley de justicia gratuita y yo no conozco el texto. En mi opinión tenían que haber estado exentas en la Ley de Tasas porque acudir a la futura ley de asistencia gratuita supondrá burocratizar más el proceso, poner más trabas en su doloroso camino.

- Usted ha sido muy crítica con la Ley de Tasas en general, ¿por qué?

-La Ley de Tasas supone un retroceso en general porque crea una justicia para ricos, para empresas poderosas que quieran pleitear y para las clases modestas será muy difícil acceder al procedimiento. Supone privatizar la justicia y no es el modo de conseguir mejorarla. No es el camino para disminuir los litigios. El camino es lo que llevamos años, años y años diciendo, que es modernizar el sistema, no es quitar derechos.

Informe del Poder Judicial

-También ha sido usted crítica con la reforma del Código Penal. El Consejo del Poder Judicial ha emitido un informe alertando de la inconstitucionalidad de la ley. ¿Incluye ese informe alguna advertencia sobre violencia de género?

-Sí que incluye. De aprobarse el anteproyecto sin hacer caso al informe del Consejo General del Poder Judicial vamos a dar una vuelta atrás en la lucha contra la violencia de género. En el anteproyecto se suprime el agravante de maltrato habitual en presencia de menores (hijos), lo cual es incomprensible. Se suprime lo que ahora se llama falta de vejación injusta, que son los primeros menosprecios, el primer eslabón de la cadena de maltrato. Nuestros juzgados condenan al año en torno a 4.000 vejaciones injustas dentro del ámbito de la pareja. Si esto se aprueba quedarían impunes esas 4.000 vejaciones injustas. Nosotros pedimos que se mantenga como delito leve porque es una criminalidad que existe. En el informe se señala que no podemos volver a la multa en los casos de violencia de género, ni directa ni indirecta, porque el anteproyecto contempla la multa. Yo he tenido un caso en que una mujer fue a pagar la multa del marido condenado porque este no quería pagarla y tenían bienes gananciales, podía perjudicarle. El hombre utiliza la multa como elemento de coacción o de venganza. No podemos volver a ello.

- ¿Ve receptividad por parte del ministro Gallardón para atender sus consejos?

- Bueno, me parece que la línea que tienen no es la del diálogo ni el consenso.

-¿Corre peligro la lucha contra la violencia machista por los recortes?

-Yo pienso que ya hemos dado un paso tan importante que no podemos consentir que haya marcha atrás. Es verdad que se están detectando recortes en prestaciones asistenciales en determinados lugares de España, se cierran centros..., pero yo creo que en lo fundamental estamos consiguiendo mantener las medidas.

-Empezó en Andalucía a trabajar como jueza contra esta lacra social muy joven. ¿Qué reflexión hace de aquellos años ochenta y lo que ahora vive?

- Recuerdo cómo en los juzgados de Almería entré en contacto con esta problemática cuando se se empezaba el embrión del Instituto de la Mujer. Iba junto con abogadas a los pueblos a hablarles a las mujeres sobre que el marido no tenía derecho a pegar, era una labor pedagógica, explicarles que no tenían que aguantar, que eso no era normal, que no estaba dentro del matrimonio, y la verdad es que era una época que recuerdo con mucha emoción. Recuerdo que en un pueblo las mujeres aprovecharon un partido de fútbol para venir a escucharnos a una nave. Afortunadamente la situación ha cambiado mucho. Cuando una mujer acude a denunciar se activa todo un servicio. España es un país pionero porque conseguimos colocar en la agenda política y pública este problema a pesar de las resistencias.

-¿Sigue habiendo resistencias?

- Sigue habiéndolas... Como el mito de las denuncias falsas, que trata de presentar a las mujeres como mentirosas, cuando los que hemos trabajado en los juzgados sabemos que cuando una mujer denuncia es porque ha estado noches sin dormir, ha pensado mucho.

- ¿Qué ha visto avanzar desde que es presidenta del Observatorio?

-He visto que hay más formación en violencia de género, tenemos un plantel de jueces y juezas que por lo general están sensibilizados y esto es muy positivo; se ha avanzado en los procedimientos de coordinación entre las distintas administraciones. En el caso de Andalucía la coordinación de órdenes de protección es un avance. Tenemos una valoración en torno a 6 de lo que es la atención de las mujeres en los juzgados en Andalucía.

- Pero ¿por qué hay jóvenes entre agresores y víctimas? ¿Nunca se erradicará el problema?

-El problema se erradicará cuando se intervenga desde la educación. Las leyes oficialmente reconocen la igualdad, pero socialmente y culturalmente siguen funcionando las consignas de comportamiento machista. Los jóvenes lo ven en la televisión, en internet y en el cine, donde se sigue presentando a la mujer como un objeto de usar y tirar y al hombre con un aura de inteligencia. ¿Por qué siempre que se habla de líder se piensa en un hombre? Todo eso sigue funcionando y si no se actúa en ese ámbito social de prevención y educación, difícilmente se va a erradicar. Lo que sí observamos ahora es que las chicas jóvenes denuncian a la primera, aguantan menos, afortunadamente. Pero para acabar con la violencia, la vacuna es la educación. Me parece vital y le doy la bienvenida a la medida de la Junta de Andalucía de mantener en su contenido curricular materias como la igualdad y el concepto de género, lo que contenía Educación para la Ciudadanía.