ESPAÑA

El triunfo de Rubalcaba da alas al oficialismo gaditano

El nuevo secretario general da un fuerte espaldarazo a los pizarristas al recordar en su discurso a la figura de Alfonso Perales

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Acudieron al Congreso Federal separados pero aseguran haber salido más unidos que nunca. Una ida de fortaleza que defendían ayer tanto los 11 delegados que comulgaban con Chacón, como los 13 que se decantaban por el proyecto de Rubalcaba. Pero la realidad fue algo distinta: una sola de las listas fue la que pudo levantar la copa del triunfo, mientras que los que apostaban por una regeneración no les quedó otra que salir aireosos de la situación mostrando su confianza en quien no respaldaron desde el principio.

La línea oficialista del PSOE gaditano fue la que cantó ayer victoria frente los griñanistas que se consolaban en la espera de que Rubalcaba marque el ritmo hacia el cambio que anhelan. El Congreso ha supuesto para los oficialistas el espaldarazo, el empujón final, para coger ventaja. Minutos después de que la lista encabezada por el secretario provincial del partido, Francisco González Cabaña, -sector que encarna el aparato del partido-, celebrara los resultados de la votación, el discurso del recién elegido secretario general despejaba todas las dudas sobre la dirección que va a tomar la nueva ejecutiva socialista.

Alfredo Pérez Rubalcaba no olvidó mencionar a la figura del desaparecido Alfonso Perales, icono del pizarrismo y del oficialismo gaditano. Con el recuerdo de Perales, Rubalcaba mostraba su clara inclinación hacia la línea más pura del socialismo y, con ello, marcaba las pautas que se seguirán a partir de ahora desde la oposición.

«Rubalcaba es el candidato perfecto para hacer el camino que necesita el partido», afirmaba un glorioso González Cabaña tras conocer los resultados. Para el secretario provincial, el Congreso ha sido un claro «ejemplo de respeto dentro del partido, un ejercicio ejemplar de democracia interna». Quiso, además, subrayar la necesidad de unidad que «viene de la mano de un proceso como el que acabamos de presenciar».

Aunque justo ahora el concepto unidad queda, aparentemente, lejano de lo que se vio ayer, los 24 delegados que ha llevado Cádiz al Congreso se han alineado en un trabajo conjunto de cara a las próximas elecciones autonómicas. «Ahora tendremos que confiar en Rubalcaba y exigirle la lucha por la renovación que necesita el socialismo y que genere la ilusión que se ha perdido». Así se expresaba ayer Natalia Álvarez, quien acudió de la mano de Irene García y de los renovadores que quedaron a escasos votos de la victoria. «Carme Chacón ha defendido con valentía su apuesta, pero nosotros siempre hemos dicho que no se trataba de una decisión de personas, sino de ideas. No hay ganadores ni perdedores, aquí ha ganado solo el partido». Álvarez terminaba apostando por el «trabajo conjunto para las próximas elecciones, ahora ya hay que dejar a un lado el aparato interno».

Pero entre ambos discursos, entre griñanistas y pizarrista, tampoco faltó la crítica. El exconsejero de Gobernación y exvisecretario general del PSOE-A, Luis Pizarro, declaró tras la victoria de Rubalcaba que no entendía «por qué desde una posición de neutralidad activa se ha impedido pronunciarse a dirigentes», en clara referencia a la «neutralidad activa» del secretario general y líder del sector más renovador, José Antonio ñGriñán. Pizarro, que ha mantenido un elocuente silencio durante el tenso proceso previo, terminó declarando «soy un clásico del partido y no entiendo cómo se quiere evitar que los dirigentes se pronuncien en un debate tan abierto». En la lista de Pizarro, también ha jugado un importante papel la portavoz socialista en Cádiz, Marta Meléndez, «me quedo con las palabras del discurso de Rubalcaba: somos un partido fuerte».