Los jugadores han llegado a un acuerdo con la patronal para desbloquear al conflicto. :: AP
Deportes/Baloncesto

La NBA vuelve por Navidad

Con el fin del 'lockout' comienza una temporada de 66 jornadas; Splitter, Rudy, Ibaka y compañía tendrán que volver a cruzar el charco Jugadores y propietarios alcanzan un principio de acuerdo para reanudar el torneo el 25 de diciembre

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Con el sindicato de jugadores disuelto, varios de los miembros del gremio tanteando la vía del baloncesto europeo y la arena judicial preparada para albergar un litigio que auguraba ser largo y costoso para ambas partes, ya sonaban acordes fúnebres para una temporada de la NBA que se encaminaba hacia la cancelación. Sin embargo, los entresijos del cierre patronal han demostrado ser, una vez más, imprevisibles. El viernes, cuando Estados Unidos estaba distraído por el terremoto consumista del 'Black Friday' -una festividad comercial en la que se ofrecen descuentos únicos- la oferta que pusieron sobre la mesa los propietarios cimentó un principio de acuerdo que parece más sólido que nunca.

Si finalmente el pacto cristaliza, la competición echará a rodar el 25 de diciembre, una fecha que desde el principio del conflicto ha sido señalada como una de las líneas rojas que en caso de cruzar pondría en serios aprietos a ambas partes. En el horizonte se dibuja una temporada de 66 jornadas que comenzará en Navidad, un día en el que se programan algunos de los choques con más salida comercial para televisiones y espectadores. En este caso, la reedición de la final de la anterior campaña, Miami Heat-Dallas Mavericks; y todo un clásico como es el duelo entre los Bulls y los Lakers. La pretemporada arrancaría el 9 de diciembre y con ello se pondría en marcha una inmensa infraestructura que incluye un ejército de taquilleros y empleados de tiendas oficiales y estadios, otra de las partes afectadas que lleva sin recibir sus nóminas desde julio. Ahora, jugadores y propietarios, que han sufrido pérdidas millonarias en sus cuentas corrientes, deberán aprobarlo alcanzando, al menos, una cuota de consenso del 50%.

Los encargados de escenificar el acuerdo fueron el comisionado de la NBA, David Stern, y Billy Hunter, exdirector ejecutivo del sindicato de jugadores, tras una maratoniana cita de quince horas que ha servido para fraguar la base del nuevo convenio. Ambos mantuvieron un tono cordial.

El patrono de las franquicias quiso mostrarse optimista, aunque advirtió que por delante espera un laberinto deaprobaciones y maquinaciones muy complejas. Por su parte, el representante en funciones de los jugadores afirmó que lo mejor era «intentar alcanzar un acuerdo y salvar la Liga».

Desde que la maquinaria de la mejor liga del mundo echase la persiana, han pasado 151 días. Un tiempo de conflictos, de idas y venidas y de un cruce de declaraciones que se asemejaba a una guerra de información. Tanto Dereck Fisher, expresidente del sindicato, como David Stern, daban en muchas ocasiones versiones diametralmente opuestas de las deliberaciones a puerta cerrada. Lo único que ha estado claro ha sido el centro de la disputa, los porcentajes de reparto de unos 3.000 millones de euros en concepto de ingresos. Los propietarios, partidarios de un reparto equitativo, abrieron la horquilla hasta un 53% en favor de los jugadores. Sin embargo, estos, en una posición mucho más enrocada, tensaron tanto la goma que dejaron la NBA colgando de un alambre.

Obligados a volver

En la ACB la última novedad fue el aterrizaje del hispano-brasileño Tiago Splitter, que fichó por el Valencia Basket. Con esta incorporación, el conjunto de Paco Olmos subía un escalón y se postulaba para mayores metas. Ahora tendrá que despedirse de la estrella que firmó una cláusula de salida si el conflicto llegaba su fin.

Lo mismo que Serge Ibaka y Rudy Fernández, del Real Madrid, que ahora deberán hacer las maletas para regresar a Oklahoma y Dallas, respectivamente. El caso del mallorquín, que se lesionó la rodilla en la pasada jornada de Euroliga, es algo más especial, puesto que firmó un contrato de 'ida y vuelta' con el club blanco: si decide quedarse en la NBA el próximo año deberá hacer frente a una indemnización de 12 millones de euros.

Los otros jugadores que militan en España y que tienen que cruzar el charco de nuevo son Cristhian Eyenga, del Joventut; y Kevin Seraphin y Goran Dragic, del Caja Laboral. Por su parte, en el Lucentum esperan los pasos que dé Kyle Singler, elegido en el pasado 'draft', que afirmó hace unos días que valoraría todas las opciones. Sin embargo, hasta que el nuevo convenio no esté rubricado y aprobado, los clubes de ACB podrán seguir contando con ellos para compromisos caseros y europeos.

El fin del 'lockout' desatará una operación retorno en la que se incluirán nombres como Parker, Diaw, Batum o Deron Williams. El Besiktas ve cómo se esfuma la opción de que Lamar Odom vista su camiseta. También se pondrá fin a la especulación en los mentideros baloncestísticos, en los que se comentó una hipotética llegada de Dirk Nowitzki al Real Madrid, o el retorno de los hermanos Gasol al Barça.