Julio Toscano (PP) ha formado gobierno municipal con los tres ediles de Izquierda Unida. :: F. JIMÉNEZ
Ciudadanos

«No hubo pacto de antemano; Izquierda Unida quiso la Alcaldía hasta el último minuto»

El nuevo regidor dice que el PSOE ha dejado el ayuntamiento «hecho un solar» y defiende la solidez del acuerdo con IU Julio Toscano Alcalde de Alcalá de Los Gazules

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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En el despacho de Julio Toscano trabajan codo con codo, a la hora de la entrevista, Zulema y Estela. Son primas y forman parte del mismo equipo de Gobierno municipal, aunque una es concejala de IU y la otra del PP. Ejemplifican el pacto que ha desalojado al PSOE (no sin polémica) de uno de sus bastiones de referencia en Andalucía. «A esto se le llama normalidad democrática», dice Toscano, que no da abasto para contestar el móvil, firmar documentos y tomar notas en una gruesa libreta de anillas. Después, subraya las citas más imperantes con un rotulador fluorescente. «Ésta no me durará ni tres días», se queja. «Son muchas cosas...».

-¿En algún momento de la pasada campaña electoral se vio usted alcalde?

-Siempre. Es cierto que Alcalá era una plaza muy difícil, pero nunca dejé de pensar en el cambio como algo factible. Sabía que el PSOE podría resultar ganador en votos, pero también que habría una mayoría sólida de alcalaínos que apostaría por opciones distintas.

-Desde el 22 M y hasta su investidura, la prensa, incluyendo la nacional, no les ha quitado el foco...

-Es comprensible. Se 'rebautizó' Alcalá como 'el bastión del PSOE', como un referente del socialismo andaluz, por el hecho de que el pueblo haya sido cuna de algunos de sus dirigentes más significativos. Pero nosotros siempre quisimos permanecer al margen de esas lecturas 'estratégicas'. Lo único que nos preocupaba y nos preocupa era la ciudadanía en sí. Nunca se trató de 'quitarle' un símbolo a nadie, porque Alcalá, ya lo dije en la investidura, sólo es emblema de sus vecinos.

-¿El pacto PP e IU estaba decidido de antemano?

-No.

-¿Cómo fueron las negociaciones entre ambos partidos?

-Duras. Hubo que sentarse muchas veces a hablar de puntos concretos de nuestros programas y dejar las ideologías en segundo plano.

-¿Y eso cómo se hace?

-Poniéndonos de acuerdo sobre qué medidas beneficiarían a los alcalaínos, vinieran de donde vinieran.

-¿Y tantas coincidencias había entre un programa elaborado por Izquierda Unida y otro por el PP?

-De entrada, un 50%. Lo demás, se tuvo y se tendrá que ir acordando.

-¿Hubo presiones?

-Todos estuvimos bajo presión. Los medios no dejaban de subrayar que aquí nació Perales, Pizarro, Blanco, Aído... Y en la calle estaban desatados los rumores. Había mucha desinformación interesada.

-Como por ejemplo...

-El PSOE ha insistido en que perdió la absoluta por once votos. Esos once votos deberían habérselos quitado a IU, no al PP, si no la hubieran perdido igualmente. Además, entre PP e IU hemos obtenido 300 votos más que ellos.

-Fernández Luna dejó claro desde el primer momento que Arsenio Cordero no volvería a gobernar...

-Juan Carlos sabía lo que querían sus votantes. Y sus votantes no querían más PSOE. Al igual que los nuestros. Lo que hubo que cerrar era si entraban en el gobierno o nos dejaban en minoría.

-¿Hasta cuándo Fernández Luna les estuvo exigiendo la Alcaldía?

-Hasta el último minuto. Las conversaciones llegaron a romperse poco tiempo antes del Pleno de investidura. El pacto, por escrito, no se firmó hasta el mismo sábado por la mañana.

-¿Tiene la seguridad de que el acuerdo durará todo el mandato?

-Tengo la confianza. Tal y como veo la implicación de los representantes de Izquierda Unida, y la predisposición que existe por ambas partes, la ruptura del pacto es una posibilidad que no contemplo, aunque tampoco tengo una bola de cristal sobre la mesa. Ya han dado el paso más importante, el que puede costarles la expulsión. Creo que serán consecuentes, como lo han sido hasta ahora, y antepondrán la necesidad de trabajar por su pueblo a cualquier otra circunstancia. Y si dieran un paso atrás, estoy seguro de que no sería para apoyar al PSOE, sino para dejarnos gobernar en minoría.

-¿Ya han hecho el reparto definitivo del gobierno?

-El PP se quedará con Hacienda, Seguridad Ciudadana, Sanidad (los llevaré yo), Bienestar Social, Personal (Susana Ruiz), Fiestas, Deportes, Educación, Cultura (Estela Sánchez) y Urbanismo (Miguel Tardío). Izquierda Unida llevará la primera tenencia de Alcaldía (Juan Carlos Fernández Luna), Fomento, Turismo, Vías y Obras, Juventud, Medio Ambiente y Participación Ciudadana.

-¿Cuántos liberados?

-Habrá dos liberaciones. Las mismas que había. Otra cosa es cómo se repartan. Es decir, pueden ser cuatro personas con medio sueldo.

-¿Cómo se ha encontrado el ayuntamiento?

-Hecho un solar. Hay deudas por todas partes y los números no están muy claros. Tengo que decir, con todas las letras, que el ayuntamiento está arruinado. La situación es, sencillamente, dramática. Estamos haciendo un estudio para saber el montante exacto de lo que se debe, pero hay proveedores que ya han venido a verme con impagos superiores a los 200.000 euros. El balance que hizo Arsenio Cordero en el Pleno de investidura fue digno de 'Los mundos de Yupi'. Y la información que nos transmitió durante el traspaso de poderes fue, como poco, parcial.

-¿Prioridades?

-Ya hay una auditoría en marcha. Tenemos que saber de dónde partimos. Pagar a quien se pueda. Después, veremos qué proyectos pueden llevarse a cabo.

-Tras la sesión de investidura hubo simpatizantes del PP que hablaron del 'fin del miedo'.

-Ha habido épocas duras; momentos en los que identificarse con unas siglas que no fueran las del PSOE era difícil. Cargábamos con la etiqueta de partido de una sola clase social, estábamos encasillados como 'la opción de los ricos' porque así nos calificaba el PSOE. Los ricos, en realidad, son ellos. Sólo habría que mirar las cuentas corrientes de más de uno.